Criando con conciencia, presencia y responsabilidad. Este es un blog sin más pretensiones que poner en voz alta todas esas reflexiones de esta mi crianza a Eloísa y Matilde y de mi recorrido personal y profesional.
jueves, 22 de diciembre de 2016
Es simple...
Es simple, es mágico. Ponte frente a tus hijos y contémplalos.
Cuando estén haciendo eso que no te gusta, que te preocupa, que te parece incorrecto.
Permanece ahí. Observando. Sintiendo. Percatandote.
¿Que sientes?, ¿que juicios aparecen? ¿que te gustaria que fuera diferente? ¿para qué?
Contempla y date cuenta de tu mundo interior
Observate en ese reflejo que ellos te ofrecen.
Sus gritos, llantos, miedos, su rabia, sus conductas inadecuadas.
Contempla
Como es esto en mi?
Que gritos no he dado? Que llantos he contenido? Que miedos he callado? Que rabia que ignorado? Que conductas he reprimido? Cuanta libertad he sacrificado?
Contémplalos y deja que surja tu naturaleza.
Nombralo. Dale un espacio.
Diles con honestidad. Yo también quisiera gritar. Yo también me siento solo a veces. Yo también tengo ganas de llorar. Yo también siento miedo.
Dale voz a ese mundo que está oculto incluso para ti.
Recibe el regalo que te dan al mostrártelo con valentía.
Tus hijos develan eso que escondes.
Contempla, no intentes cambiar nada.
simplemente ama.
A ellos y a ti
martes, 20 de diciembre de 2016
¿Crisis de valores?
No creo que estemos en una crisis de valores. No hace falta más que ver la historia de la humanidad.
La pregunta ¿a qué hemos llegado?, me sobra. No es que vengamos de mejores lugares.
Con las imágenes recientes pienso...
Se hace evidente que la civilización es un fracaso.
Quisimos excluir lo indeseable. Enjaular el lado salvaje. Limarnos los colmillos. sonreirle al dolor. Castrar la sexualidad. Perfumar los malos olores, maquillar la verdad que los ojos no pueden ocultar.
Nos refugiamos en los modales, la diplomacia y la buena educación.
Nos creímos la foto de la familia sonriente.
Mandamos al sótano todo lo que no nos gusta.
Nos ahogamos en los "buenos valores" y la "gente de bien".
No estamos en una crisis de valores. No está decayendo la humanidad.
Esta muriendo una civilización represora, que ya no puede ignorar la oscuridad descaradamente excluida.
No alcanza con mandar luz a los malos. Incluir en nuestros rezos a los Ángeles caídos. Desterrar a los que no pueden seguir las reglas.
La civilización cae a pedazos y la mierda sale de las alcantarillas.
Ya no hay perfume que alcance.
La pregunta ¿a qué hemos llegado?, me sobra. No es que vengamos de mejores lugares.
Con las imágenes recientes pienso...
Se hace evidente que la civilización es un fracaso.
Quisimos excluir lo indeseable. Enjaular el lado salvaje. Limarnos los colmillos. sonreirle al dolor. Castrar la sexualidad. Perfumar los malos olores, maquillar la verdad que los ojos no pueden ocultar.
Nos refugiamos en los modales, la diplomacia y la buena educación.
Nos creímos la foto de la familia sonriente.
Mandamos al sótano todo lo que no nos gusta.
Nos ahogamos en los "buenos valores" y la "gente de bien".
No estamos en una crisis de valores. No está decayendo la humanidad.
Esta muriendo una civilización represora, que ya no puede ignorar la oscuridad descaradamente excluida.
No alcanza con mandar luz a los malos. Incluir en nuestros rezos a los Ángeles caídos. Desterrar a los que no pueden seguir las reglas.
La civilización cae a pedazos y la mierda sale de las alcantarillas.
Ya no hay perfume que alcance.
jueves, 15 de diciembre de 2016
Rushen
Despierto ,
De la ilusión de la dualidad, siendo esa dualidad hasta el extenuamiento
Girando infinitamente en la rueda de la vida
Queriendo descabezarme para aliviar el peso de los pensamientos
Doy espacio a emociones olvidadas, excluidas e ignoradas. Inmersa en una rabia desgarradora, en la culpa que me devora. Vergüenza, envidia, celos asfixiantes. Lamentos interminables.
Mi voz por fin pronuncia lo innombrable. En ese estado aterrador surgen sonidos por iniciativa propia desde las profundidades. Gemidos, canciones, gristos desgarradores.
Mi cuerpo traspasa cualquier límite conocido y cambia la forma junto con el transitar del interior. Vómitos, fluidos, golpes, placeres, orgasmos. La piel atestiguando el movimiento.
No hay escapatoria
Los reinos inferiores abren sus puertas infernales a Estados instintivos, animales, hambrientos e insaciables.
Todo está ahí y siempre ha estado
El reino humano aparece con su remanso.
Me seduce con su esperanza, sus plegarias. Las notas suaves y un calor me da un refugio. Temporal.
Hasta que el aburrimiento, la mesura y el cansancio del esfuerzo hacen girar la rueda nuevamente.
Voy en la incansable búsqueda de llegar a la iluminación. Con la mirada hacia arriba huyendo de los infiernos. Siempre en carencia, en competencia. Envidiando a aquellos en la cima.
La cima ilusoria de los dioses inmortales.
Porque una vez llegó, la luz me enceguece y la vanidad y la arrogancia toman el lugar. En ese espejismo el sufrimiento se esconde perfectamente camuflado en la bandera de la conciencia.
Llega la inevitable caída.
Sin una cima a donde llegar, una meta que perseguir o una ilusión de la cual agarrarme caigo en el vacío.
Me ahogo en la angustia y la desesperación
Nuevos infiernos
La rueda gira sin parar
Persigo inútilmente un anhelo de unidad
Andando en círculos en un camino inexistente
Entonces emerge el dolor más profundo y primordial
El dolor de la separación
Sólo hay asfixia y dolor. Me quedo sin piel.
Me deshago. Me desintegro.
Me fundó
No hay nada más...
Nada....
La nada
La vacuidad
Despierto.
Mientras no existe el tiempo
Hasta que existe. Y la rueda gira de nuevo
Ahora río en el fondo
El corazón vibra. Es.
Presencio está ignorancia y celebro su existencia
Ni hay nada por hacer, ni a donde ir.
Soy
Somos
La naturaleza de la mente.
... Y la rueda vuelve a girar...
miércoles, 7 de diciembre de 2016
Aparece la serpiente...
Aparece la serpiente con su veneno.
Surge de las profundidades amenazante, salvaje y despiadada. Podemos apedrarla, intentar cortarle la cabeza, arrinconarla, encerrarla. Podemos matarla.
Volverá.
O podemos desnudarnos ante ella. Vernos en sus ojos. Sentirla en nuestras entrañas olvidadas. Reconocer su veneno. Dejar de huir. Sabernos ella. Mirarla de frente y aceptar lo que nos refleja.
Si, podemos seguir culpando a la serpiente, defendiéndonos de ella,
pero si no nos damos cuenta de que la serpiente mora en nosotros,
en lugar de empoderarnos y protegernos,
terminará por envenenar nuestro corazón.
miércoles, 23 de noviembre de 2016
Siéntate frente al otro...
Siéntate frente al otro.
Atraviesa cada capa.
Deja que su conducta pase a otro plano.
Navega entre las palabras hasta llegar a su corazón.
Entra en su mirada
Encuentra su luz. Siempre está ahí adentro.
Siente sus emociones y trasmútalas con el fuego que arde en ti.
Expándete. Cubre todo lo que es rodeándolo de amor incondicional. Ese que está siempre disponible.
Vibra lo que eres. Olvídate de tratar de cambiar algo. De mejorarlo.
Suelta tus mejores intenciones
Renúncia a tus ideas
Ríndete ante la majestuosidad de soltarlo todo y simplemente ser con el otro
Atraviesa cada capa.
Deja que su conducta pase a otro plano.
Navega entre las palabras hasta llegar a su corazón.
Entra en su mirada
Encuentra su luz. Siempre está ahí adentro.
Siente sus emociones y trasmútalas con el fuego que arde en ti.
Expándete. Cubre todo lo que es rodeándolo de amor incondicional. Ese que está siempre disponible.
Vibra lo que eres. Olvídate de tratar de cambiar algo. De mejorarlo.
Suelta tus mejores intenciones
Renúncia a tus ideas
Ríndete ante la majestuosidad de soltarlo todo y simplemente ser con el otro
lunes, 7 de noviembre de 2016
Amadas Hijas, Jueguen
Amadas hijas,
Seguramente nos habrán oído decir a los adultos más de una vez ¡No todo en la vida es juego, hay cosas más importantes!
Amadas hijas
No se lo crean.
Es verdad que a veces hay que hacer otras cosas, como ordenar, comer, vestirse o lavarse los dientes. Cosas que nos ayudan a cuidarnos y organizarnos. También tenemos que dormir, y pasar largos ratos en el carro para desplazarnos por la ciudad que es bastante grande.
¡No todo puede ser divertido! Les decimos con frecuencia. Si no aprenden esto pronto, van a sufrir mucho.
Y pues si. Quizá es verdad que no todo puede ser divertido, porque en esta vida humana, todas las emociones son parte de la realidad. Pero eso no significa que la vida no sea juego.
Amadas hijas,
Justamente creo que eso es lo que hemos olvidado los grandes. Que la vida no es más que un juego.
Nuestro problema mayor es que nos tomamos todo demasiado en serio. De alguna manera aprendimos que la vida es un esfuerzo continuo. Un camino arduo en el que tenemos que ir rápido para llegar muy lejos. No podemos perder el tiempo. Imaginando tal vez que al final está el éxito y con él la felicidad. El juego, creemos, solo nos distrae y nos aleja de la meta.
Amadas hijas,
Ustedes, los niños, no se preocupan por ningún camino, y solo quieren jugar. Jugar para ustedes es hacer lo que se siente bien, lo que les gusta, lo que les interesa, lo que les invita a crear y experimentar un mundo nuevo que se abre ante ustedes. Esto es maravilloso.
Pero los adultos ya tenemos muchos planes para ustedes. Planes para seguir este camino del que les hablé. Y jugar no está en estos planes. Tal vez por algunos ratos, porque al final, son niños, nos decimos. “Es importante el juego en el desarrollo”, hemos oído. Así que tal vez lo incluyamos en el plan.
Los dejamos jugar, eso sí a nuestra manera. O al menos la que nos parezca más conveniente. A veces para llevarlos a nuestras metas. Otras para poder descansar porque llevar a cabo nuestro plan es agotador. A veces nos sentamos a jugar con ustedes. También hemos oído que los papás deben jugar con sus hijos y nosotros lo queremos hacer bien. Es bastante aburrido a veces y ustedes se dan cuenta. En todo caso nos esforzamos para parecer divertidos.
Rara vez los dejamos jugar a su manera, sin intervenir, controlar, dirigir u opinar.
Amadas Hijas,
Jueguen.
Exploren. Creen. Imaginen. Inventen. Muévanse. Escalen. Rueden. Canten. Bailen. Pinten. Den volteretas. Improvisen. Usen los juguetes como quieran. Hagan unos nuevos. Cambien la lógica. Combinen las fichas. Hagan mezclas de plastilina. Construyan casas y guaridas. Usen disfraces sin sentido. Rian. Peleen. Hagan sus propias reglas.
Jueguen. Hagan de cada momento un juego. Ustedes saben, como transformar un viaje en el tráfico pesado en una aventura en el espacio. Pueden convertir el baño en un cuento de sirenas, la comida en un baile de alimentos, y la ida a dormir en una función de circo.
Nosotros estamos muy cansados insistiendo en ser serios. Tenemos afán. Las regañaremos. Somos los monstruos gruñones de su juego.
Amadas hijas,
Insistan.
Poco a poco vamos despertando. Su juego colorea nuestra vida y va infiltrándose en nuestras mentes adormiladas. Sus risas aflojan los gruñidos y nuestras carcajadas van pudiendo liberarse de la cárcel de “lo importante”. Al ritmo de sus faldas bailarinas se van descongelando nuestros cuerpos, y tantas veces terminamos papa y mamá bailando en medio del desayuno.
Jueguen.
A su manera. No nos dejen arruinarlo todo. Nosotros iremos encontrando nuestra propia forma de jugar para no tener que vivir a través suyo lo que no hemos sido capaces. Iremos dejando de lado la obligación para abrir espacio al placer de vivir. Deteniendo el tiempo que nos hemos inventado, y abandonando los planes prestados, para jugar este juego que es la vida.
Jueguen, que como ustedes saben, la vida es gozo, y cuando vienen oleadas de emociones, no es más que para traernos mensajes, que en el lenguaje del juego llegan claramente. La tristeza puesta en escena, la rabia que dirige peleas de animales, el miedo que se esconde en refugios de cojines, las heridas que se sanan con flores o el dolor que viste notas musicales.
Amadas Hijas,
En el juego vive su alma.
Jueguen y muéstrenme la mia
jueves, 29 de septiembre de 2016
La voz de la sombra...
Por tres ciclos he sido testigo de verdadera magia.
He visto procesos de sanación suceder ante mis ojos.
He experimentado luz que se asoma de las sombras tenebrosas que tanto evitamos.
He oído voces silenciadas despertar.
He tocado almas y
Pieles congeladas derritiéndose ante el contacto del amor.
Cuerpos mirandose por primera vez con ojos de aceptación. Bailando al ritmo de la música interior.
He sentido la fuerza del poder de cada uno manifestándose al servicio de todos.
He experimentado los estados más elevados de la humanidad que florece cuando trascendemos los guiones aprendidos y cuando resignificamos nuestras heridas.
Cuando finalmente dejamos las excusas y asumimos nuestra luz.
He presenciado verdaderos milagros.
Este fin de semana me supe en un salto cuántico. Ese que se da cuando reconocemos nuestros verdaderos colores y desde lo más oscuro permitimos que se proyecten hacia afuera, en la profunda aceptación.
Gracias Nicolás Velásquez por crear estos espacios en donde te atreviste a ser y a confiar.
Gracias por tu valentía de visitar tu sombra y llevar a tantos de la mano tan sutil y amorosamente a visitar la propia.
Gracias por abrirme espacio a mi para acompañarte en esta travesía.
Gracias a todos los que confiaron sin pensarlo y dieron ese paso al vacío para hacer todo esto posible.
El proceso de La Voz de la Sombra ha nacido y está lista para iluminar.
jueves, 22 de septiembre de 2016
Tecnología...
¿Es verdad que la tecnología nos embrutece? ¿Que afecta las relaciones entre padres e hijos?
Yo veo más posibilidad de vacaciones familiares, en lugar de juzgar papás y mamás que se conectan con la oficina en el tiempo de familia
Veo papas y mamás que pueden recoger a sus hijos en el jardín y almorzar a veces con ellos, en vez de juzgar padres que reciben a sus hijos con el teléfono en mano
Veo hijos que oyen las voces de amor en mensajes, en ver de juzgar a padres y madres que reemplazan la presencia
Veo familiares que se acercan en pantallas, en vez de juzgarlas como relaciones ficticias
Veo mamás y papás sostenidos por redes virtuales, en vez de juzgar padres metidos todo el día en internet
Veo comunidades vivas, en vez de ver perdedera de tiempo en Facebook.
La tecnología no es más que un medio. Uno maravilloso.
Un papá en el desayuno en su teléfono, no es distinto a uno con el periódico.
Una mamá chateando no es distinta a una hablando por teléfono fijo, o en un te con sus amigas.
La forma es distinta, pero si acaso, la tecnolog{ia permite padres y madres más presentes que de otra manera no podrían ni siquiera estar.
Idealizamos el pasado, pero yo veo a papás y mamás más presentes que nunca en la vida de sus hijos.
Que usemos la tecnología para evitar el contacto, es otra cosa. Pero eso no es culpa de la tecnología.
Podemos ignorar a nuestros hijos de miles de maneras. O distraernos de una relación que ya no funciona.
Si esto pasa, no es por CAUSA de la tecnología. Y no se soluciona quitándola.
En vez de demonizar la tecnología, veamos en profundidad que es lo que está pasando en nuestras relaciones, para poder asumir la responsabilidad de lo que nos corresponde.
En lugar de juzgar a otros cada vez que tienen un aparato enfrente, aprendamos a ver la situación con más amplitud, porque cada generación ha tenido algo que lo emboba...
jueves, 8 de septiembre de 2016
Me has cambiado la vida...
Qué grande cuando en las sesiones nos dicen
Me has cambiado la vida,
No sé que sería sin ti
No sabes cuánto te agradezco todo lo que haces
Mi vida es otra desde que vengo a verte
Y que tentador creernoslo. Sabernos importantes en la vida de un otro. Sentirnos reconocidos. Constatar que somos buenos en nuestro trabajo.
Así como cuando nuestros hijos nos dicen, eres la mejor mamá del mundo. No hay ninguna como tu.
Que seductor alimentarnos de halagos y reconocimientos. Muy merecidos seguramente.
La otra cara de la moneda viene cuando aquel persona no viene mas a consulta,
cuando nos dicen
venir no me sirve para nada
no sé si esto vale lo que pago
o simplemente prefiero otro tipo de terapia
La ola fría llega con los
eres la peor mamá del mundo
quiero vivir en otra casa
te odio
me hubiera gustado tener otra mamá
Nos derrumbamos,
Difícil no tomarlo personal
Nuestro ego lo cree.
Ser terapeuta o ser mamá no es hacer cosas para obtener resultados en el otro.
No somos nosotros quienes sanamos a las personas que se acercan o los que formamos niños buenos y exitosos.
Somos solo un otro en una relación.
Un otro que sirve de espejo.Un otro que facilita un espacio.
Fácil también caer en un relativismo absoluto para librarse de la responsabilidad del rol.
Escudarse en todo pasa por algo y es lo que tiene que ser.
En que el problema es del otro
No somos los que logramos nada, pero si somos los que lo permitimos.
Ser buen terapeuta, buen padre o madre,
tiene más que ver con ser espejos impecables,
con sostener espacios nutricios.
Lo demás ocurre. No importa tanto que hagamos.
Solamente nos disponemos a que surja el Ser de aquellos que nos rodean, teniendo la disciplina de crear el espacio para que nuestro propio Ser pueda estar presente.
Me has cambiado la vida,
No sé que sería sin ti
No sabes cuánto te agradezco todo lo que haces
Mi vida es otra desde que vengo a verte
Y que tentador creernoslo. Sabernos importantes en la vida de un otro. Sentirnos reconocidos. Constatar que somos buenos en nuestro trabajo.
Así como cuando nuestros hijos nos dicen, eres la mejor mamá del mundo. No hay ninguna como tu.
Que seductor alimentarnos de halagos y reconocimientos. Muy merecidos seguramente.
La otra cara de la moneda viene cuando aquel persona no viene mas a consulta,
cuando nos dicen
venir no me sirve para nada
no sé si esto vale lo que pago
o simplemente prefiero otro tipo de terapia
La ola fría llega con los
eres la peor mamá del mundo
quiero vivir en otra casa
te odio
me hubiera gustado tener otra mamá
Nos derrumbamos,
Difícil no tomarlo personal
Nuestro ego lo cree.
Ser terapeuta o ser mamá no es hacer cosas para obtener resultados en el otro.
No somos nosotros quienes sanamos a las personas que se acercan o los que formamos niños buenos y exitosos.
Somos solo un otro en una relación.
Un otro que sirve de espejo.Un otro que facilita un espacio.
Fácil también caer en un relativismo absoluto para librarse de la responsabilidad del rol.
Escudarse en todo pasa por algo y es lo que tiene que ser.
En que el problema es del otro
No somos los que logramos nada, pero si somos los que lo permitimos.
Ser buen terapeuta, buen padre o madre,
tiene más que ver con ser espejos impecables,
con sostener espacios nutricios.
Lo demás ocurre. No importa tanto que hagamos.
Solamente nos disponemos a que surja el Ser de aquellos que nos rodean, teniendo la disciplina de crear el espacio para que nuestro propio Ser pueda estar presente.
miércoles, 7 de septiembre de 2016
El mejor regalo...
El mejor regalo para los hijos es quedarse en la casa con ellos. Verlos crecer, compartir todos los momentos. Estar para ellos.
El mejor regalo es trabajar. Mostrarles un modelo de mujer exitosa, capaz, productiva. Que vean que la mujer puede hacer lo que se proponga.
El mejor regalo para los hijos es una educación de calidad. Que tengan oportunidades en la vida y que puedan entrar a las mejores universidades.
El mejor regalo para los hijos son los viajes, que conozcan el mundo, que aprendan idiomas
El mejor regalo para los hijos es la familia unida. Un hogar con valores. Su papá y mamá juntos, esforzándose por ser modelo de familia.
El mejor regalo para los hijos es la libertad. Dejarlos explorar, y experimentar.
El mejor regalo para los hijos es la lactancia materna. No hay mejor alimento
El mejor regalo para los hijos, es crecer con una mamá que se da espacio para si misma, independiente, que piense en si misma
El mejor regalo para los hijos es que crezcan con suficiente dinero para tener lo que necesitan. Que tengan todas las oportunidades.
El mejor regalo para los hijos es jugar con ellos. Darles tiempo de calidad. Estar pendiente de todo lo que les pasa.
El mejor regalo....
Tal vez es que los podamos ver a ellos, por quienes son.
Vaciarnos de supuestos, y contactar con nosotros y con ellos, para poder atender las necesidades que van surgiendo en el flujo de la vida.
El mejor regalo, no puede generalizarse.
El mejor regalo surge en el encuentro y entonces podemos darnos cuenta que el mejor regalo somos nosotros para nuestros hijos, y nuestros hijos para nosotros, y todo lo que se manifiesta y surge cuando nos permitimos simplemente SER y dejarlos SER.
lunes, 29 de agosto de 2016
Amadas Hijas, mi Si, es a la confianza
Por Ana María Constaín
Amadas Hijas,
Estamos viviendo un momento histórico en Colombia.
Como país vamos a decidir si el acuerdo de paz que se acaba
de firmar se llevará a cabo o no.
Pareciera obvio que decidiremos que sí. Porque todos
queremos vivir en paz, al menos aparentemente.
Pero amadas hijas, esto no es tan simple. Con los humanos
las cosas suelen complicarse porque muchas cosas entran en juego.
Ustedes ya empiezan a notarlo. Notan como todos en la casa
nos amamos y aun así peleamos. Yo con papá, ustedes entre sí, nosotros con
ustedes. Nos decimos cosas feas, gritamos, ustedes se quitan los juguetes, o
hacen a la otra rabiar solo porque sí.
Ya les he dicho otras veces que esto no es tan fácil de
comprender. Es parte de ser personas. No recordar el amor, no sentirlo a veces,
y dejarnos llevar impulsivamente por las emociones que nos inundan.
A veces estas peleas son mucho más grandes. Las personas se
hacen muchísimo daño entre sí. A veces se matan y esto abre heridas muy grandes
en los que aman a estos que mueren.
Cada vez se hace más difícil recordar el Amor. Nos dividimos
en buenos y malos. (Ver: Porque son malos los malos) Aunque a veces no sea tan fácil
ver la diferencia, porque todos hacemos lo mismo: hacemos daño al otro.
Pareciera que malo es el que empieza primero.
Pero amadas hijas,
En casi todas las peleas todos creen tener la razón. A veces
crecen tanto las peleas que hasta es difícil recordar porque fue que empezaron,
y aun así es difícil dejar de pelear, porque las personas también sentimos orgullo,
miedo, rabia, y muchas veces creemos que si dejamos de pelear entonces perdemos
y nos pueden aplastar, maltratar, humillar. ¡Tantas emociones mezcladas!
Entonces amadas hijas,
no es tan fácil decirle Si a este acuerdo,
Que es una manera en la guerrilla y el gobierno están
tratando de hacer las paces.
En este acuerdo muchas personas se sentaron a conversar por
mucho tiempo y cada uno dijo lo que pensaba, sentía y necesitaba. Muchas veces
se contradecían, como cuando ustedes quieren algo y papa y mamá no estamos de
acuerdo. Requirió mucho trabajo poder dialogar hasta que se encontraron puntos
en común que respondieran a las necesidades más importantes de todos, y lo pudieran
escribir en un papel.
Obviamente no podemos quedar todos contentos con todos los
acuerdos. Porque como somos todos diferentes, pensamos cosas diferentes. Esto
es lo difícil. Para dialogar hay que ponerse en los zapatos del otro. Ver las
cosas desde su perspectiva. Aunque yo diría amadas hijas, que se trata más bien
de sentir su corazón y reconocer su amor.
Esto es muy difícil a veces. Ustedes lo han sentido cuando
les toma tanto tiempo salir de una pelea y calmarse. O cuando después de un
rato largo pueden al fin prestar ese juguete favorito, o dejar que su hermana
elija el programa. Más difícil aún es volver a ser amigo de un niño que les
pegó. O compartir su cuarto con alguna visita que no les cae bien y les dice
cosas hirientes. Lo saben porque a veces algunos niños del salón las tratan mal
y tienen que seguir viéndolos todos los días. Y también saben que ustedes son a
veces las que pegan, son hirientes, egoístas o crueles.
Esta pelea en Colombia amadas hijas lleva muchos años. Más
de los que Papá y yo tenemos. Es una pelea enorme. Creo que no pueden
imaginarla. Nos ha dolido mucho a todos. A algunos más que a otros porque les
tocó vivirla de cerca. Perder a su mamá o a su papá. Tener heridas graves,
Perder su casa.
Decir Si o No a este acuerdo es muy difícil porque no
asegura que se vaya a resolver la pelea.
Además, solo algunos escribieron este papel, que más bien
son muchísimas hojas. Con palabras complejas que no son nada fáciles de
entender para todos los que vamos a decidir. Se hablaron temas muy difíciles de
los que no todos estamos enterados. Así como cuando ustedes nos oyen a los adultos
y no entienden nada. Por eso se decidió que los que si entienden del tema
fueran los que lo escribieran.
Ahora todos tenemos que votar, aunque no podamos entender todos
los detalles. Así funciona la democracia, para que todos tengamos derecho a
decidir por lo que pasa en el país. No es siempre tan buena idea. Pero así es
como funciona para tratar de incluir a todos.
Entonces amadas hijas,
Tenemos que votar como mejor podamos. Tenemos miedo porque puede
ser que no se cumpla lo que dice el papel, o la pelea siga solo que en puestos
de gobierno en donde un malo puede hacer más daño aún. Además, este acuerdo
también dice que algunos malos no van a ser castigados por lo que hicieron y
eso parece muy injusto. Eso también nos da mucha rabia. Pero es que amadas
hijas, ¡habría que castigar a tanta, tanta gente! A veces es más fácil empezar
de nuevo. Darles a todos, otra oportunidad. Ustedes saben que las personas
podemos ser mejores cuando nos dan otras oportunidades.
Amadas hijas, como ven, no es una decisión fácil y no hay una decisión perfecta.
Amadas hijas, como ven, no es una decisión fácil y no hay una decisión perfecta.
Yo votaré por un SI.
No es un sí a la Paz, porque creo que las personas aún
tenemos mucho que aprender al respecto y me parece que las peleas seguirán.
Es un SI, que apoya a todas las personas que han puesto su
presencia, su tiempo, su trabajo y su corazón para llegar a este acuerdo.
Es un SI como voto de
confianza a personas que tienen mucha experiencia y conocimiento y que han dado
lo mejor de sí para que esto funcione
Es un SI que agradece a todos los que estuvieron dispuestos
a sentarse con los que consideran sus enemigos, para escucharse, y tratar de
entender al otro, en lugar de seguir peleando
Es un SI a un intento de hacer las cosas de nuevas maneras,
intentando usar otros medios que no sea la violencia
Es un SI a reconocer que los malos y los buenos podemos ser
todos, si tenemos la oportunidad.
Es un SI a confiar en que como país tenemos con qué reparar,
amar, y sanar si nos ponemos de acuerdo y juntamos nuestras fuerzas
Es un SI, más que a perdonar, a ser compasivos. A comprender
que todos participamos en ser el país que somos y que, si reconocemos en el
otro nuestro dolor, podemos abrir espacio al amor.
Es un SI, a darle luz a la sombra. A reconocer que esa
oscuridad que vemos en los que llamamos malos, también puede ser parte de lo
que no podemos ver en nosotros mismos.
Es un SI, amadas hijas, a cambiar el foco. Dejar de ver la
pelea y empezar a ver las necesidades de todos.
Es un SI incierto. Como lo es todo en la vida,
Porque amadas hijas, aunque creamos que podemos controlar
las cosas, esto es solo una ilusión.
Así que es mi SI, que surge desde mi, y puede no tener los
resultados que yo quiero.
Pero al final
Es un SI a la confianza, de que este paso dado, es un
movimiento que nos invita a pararnos en un nuevo lugar. Dejar de señalarnos y
culparnos, y empezar a revisarnos más profundamente porque amadas hijas, somos
responsables de lo que creamos en nuestra vida.
Y yo quiero dar un SI a crearnos una vida en donde así sigamos
peleando, podamos una y otra vez recordar el amor que somos
Un SI a una vida en la que confiemos en el enorme potencial de la humanidad.
jueves, 25 de agosto de 2016
A ti...
A ti,
La autora de tantas páginas nunca leídas, llenas de palabras que furiosamente rompen la frontera de la censura y se atreven al menos a plasmarse en un papel, en una corta existencia que el fuego devora para evitarles ser descubiertas.
Sé que borras tantas letras antes de que lleguen a su destino, y te ahogas con todas las voces que quedan atrapadas en tu garganta. Conozco de cerca tus pensamientos secretos, tus fantasías prohibidas, y sé dónde están tus prendas de vestir escondidas.
La autora de tantas páginas nunca leídas, llenas de palabras que furiosamente rompen la frontera de la censura y se atreven al menos a plasmarse en un papel, en una corta existencia que el fuego devora para evitarles ser descubiertas.
Sé que borras tantas letras antes de que lleguen a su destino, y te ahogas con todas las voces que quedan atrapadas en tu garganta. Conozco de cerca tus pensamientos secretos, tus fantasías prohibidas, y sé dónde están tus prendas de vestir escondidas.
Nada de ti me es ajeno. Ni siquiera ese universo encarcelado dentro de los límites de tu cuerpo avergonzado que nadie conoce. Estoy al tanto de tus exploraciones tan intimas y culposas que iniciaste desde niña y de tus lecturas temerosas cuando al fin lograbas un tanto de soledad.
He seguido de cerca todos tus impulsos frenados y tus ganas reprimidas y también tus intentos de liberación aplastados por el juicio.
He observado el poder de tu mirada hipnótica, tus sensuales movimientos y tu cuerpo seductor, aquellas noches oscuras que has logrado escabullirte y también soy testigo de la fuerza que escondes cautelosamente.
No es para menos. Has sido quemada en hogueras, repudiada, apedrada, exhiliada y denigrada.
Así que entiendo que te hayas invisibilizado y que prefieras ser pequeña.
Te admiro por eso, porque sé de tu fuego que te quema y de tantas lágrimas que lo intentan apagar. Has sido valiente, al permanecer mimetizada guardando tus poderes y ocultándote de todos los que quieren destruirte. Te has adaptado mujer sabia, para impregnarte del dolor del mundo al que llegaste y poderlo comprender.
Sé que te has disfrazado, mujer puta, mujer bruja, porque aún no era la hora.
Has estado sola. Ya no lo estás-
El momento ha llegado de que salgas de tu guarida.
He observado el poder de tu mirada hipnótica, tus sensuales movimientos y tu cuerpo seductor, aquellas noches oscuras que has logrado escabullirte y también soy testigo de la fuerza que escondes cautelosamente.
No es para menos. Has sido quemada en hogueras, repudiada, apedrada, exhiliada y denigrada.
Así que entiendo que te hayas invisibilizado y que prefieras ser pequeña.
Te admiro por eso, porque sé de tu fuego que te quema y de tantas lágrimas que lo intentan apagar. Has sido valiente, al permanecer mimetizada guardando tus poderes y ocultándote de todos los que quieren destruirte. Te has adaptado mujer sabia, para impregnarte del dolor del mundo al que llegaste y poderlo comprender.
Sé que te has disfrazado, mujer puta, mujer bruja, porque aún no era la hora.
Has estado sola. Ya no lo estás-
El momento ha llegado de que salgas de tu guarida.
Semilla...
Un bebé se gesta y es una semilla.
Una semilla que ya es.
Poco a poco va desplegando su naturaleza. Tal y como lo hace una planta.
Es lo que es. No puede ser lo que no es.
Tan solo necesita un ambiente que supla las necesidades, de esa, su naturaleza.
Si como adultos comprendemos esto, podemos entonces contemplar a los niños y pacientemente permitirles ser eso que son.
No es igual una rosa, que un roble, una flor de loto, un cactus, una palmera, un manzano...
Cada una tiene sus necesidades tan particulares, crecen en ambientes diferentes, tienen ciclos propios.
No necesitan la misma cantidad de agua, ni de sombra, crecen en diferentes climas, necesitan más o menos cuidado, son más o menos resistentes.
Y no pretendemos que una rosa nos de manzanas, ni plantar un roble en una matera.
Si pudieramos tan solo contemplar a los niños, atendiendo sus particularidades. Procurando el ambiente que cada uno necesita, sin esperar algo diferente.
Asombrándonos por eso que va desplegándose, liberándolos de las expectativas de ser lo que no son.
Tantas veces nos relacionamos con los niños desde el desconocimiento de su naturaleza.
Como si renegaramos de que una planta pide más agua que la otra. O que una es más alta, o da mas sombra. O como si nos quejaramos de que no nos da los frutos que queremos, o que sus flores son del color equivocado.
Quizá la analogía está trillada. Pero si tan solo pudieramos ser más jardineros a la hora de criar y educar a los niños, muchos de las dificultades se evaporarían por el solo aceptar la semilla que cada niño es.
Cuando estés frente a un niño o niña. frente a tu hijo o hija, pregúntate... ¿Cuál es su naturaleza? ¿De qué es su semilla?
miércoles, 24 de agosto de 2016
Creer es de valientes
Por Ana María Constaín
Inmersos en nuestro sistema de creencias, vivimos
reaccionando a una lógica aprendida.
Cuántos no se puede.
Es imposible,
Eso es así
Es muy difícil
Hay que ser realistas,
tiñen nuestros días, alejándonos de la vida que queremos.
Vamos cumpliendo guiones ajenos, asumiendo verdades
prestadas, respondiendo a patrones de los que pareciéramos no tener ningún
escape.
Así es la vida, nos decimos.
En la lógica de causa - efecto, no hacemos más que confirmar
que nuestras ideas acerca de la realidad son la verdad.
Una realidad lineal que responde a nuestro nivel de
consciencia.
La magia pertenece a un mundo infantil que los adultos
tenemos que superar y la posibilidad de crear otras realidades está en el
territorio de los ilusos, incapaces de madurar asumiendo la responsabilidad de
la adultez.
Creer es de valientes
Atreverse a cuestionar los paradigmas conocidos y las
verdades aprendidas
Desafiar las teorías escritas en piedra,
Ignorar las estadísticas
Dudar de los sentidos
Atravesar las barreras de lo físico
Renunciar a ser víctimas de una realidad que se nos impone
sin ninguna opción.
Es de valientes comprender que todo es imposible hasta que
no lo es.
Adentrarse al mundo interior en el encuentro con nuestra
propia voz
Habitar el espacio en el que pensamientos, emociones y sensaciones
simplemente pasan dejando sus mensajes para guiarnos a nuestra esencia.
Atravesar todas las capas de programas ajenos, para acceder
al punto 0. Nuestro centro. La nada y el todo.
Ese lugar sin tiempo ni forma en el que todo, absolutamente
todo es posible.
Creer es de valientes,
Creer en el Amor como energía creadora, sanadora,
Trascendiendo el amor romántico, el amor distorsionado,
condicionado, dependiente.
Para ser el Amor que es fuente y origen. Expansivo.
Que no tiene objeto, sino que es, y en cuya resonancia todos
nos encontramos.
Es de valientes, trascender del pensamiento mágico a la
certeza de la magia.
Sabernos creadores,
Recordar que la vida no es más que la proyección de nuestro
mundo interno.
Lo que creemos creamos. Lo que experimentamos no es más que
un reflejo de lo que necesitamos ver.
Si, Creer es de valientes
Ver en la humanidad la divinidad, a pesar de tener tantas pruebas
que lo contradigan.
Elegir vibrar más alto, cuando nos sentimos atrapados en el
miedo, la duda, la ira,
Tener la certeza de la luz, en la más profunda oscuridad.
Navegar guiados por una intuición escondida y olvidada, reemplazada por la era de la razón.
Es de valientes,
Porque creer, va en contra de lo que parece evidente, de la
lógica que nos gobierna, de las verdades que nos enseñan.
Hace falta bordear la locura, exponerse al juicio, apaciguar
las voces internas, perseverar, insistir
Tener la disciplina de volver una y otra vez a nuestro
centro, cuando las corrientes nos llevan por tantos lugares
Encontrar la confianza oculta en la confusión
Creer es de valientes, y la recompensa para aquellos que se
atreven,
Es experimentar la vida como un milagro permanente
miércoles, 27 de julio de 2016
Ira...
Ira, que llegas imponente y fuerte. Explotas sin ninguna compasión o consideración. Rompes con tu intensidad, destruyes con tu crudeza, pasas por encima de lo que sea sin mirar, sin cavilar, sin detenerte para pensar. Eres honestidad sin filtros.
Eres fuego que incendia
Solo llegas sin pedir permiso y te vas sin pedir perdón.
Ira.
He aprendido a amarte. A darte un lugar para existir.
Una vez pasas queda la calma. Claridad. Fuerza. Poder. Creación. Seguridad. Visibilidad.
Tu energía traza límites. Pone No muy necesarios.
Y Sin duda, tu paso despeja el espacio para el amor.
miércoles, 20 de julio de 2016
La mujer que soy
Por Ana María Constaín
A Eloísa y Matilde, mis valientes maestras,
A Eloísa y Matilde, mis valientes maestras,
Amadas hijas,
Hoy siento un compromiso con ustedes,
El compromiso de ser yo
La mujer que soy.
Más allá de las expectativas, de las normas sociales o de la personalidad que he ido forjando para poder sobrevivir.
Siento un llamado a trascender la constante búsqueda de aprobación, que ya no necesito, y dejar de esconderme por miedo a ser juzgada.
Navegando en mis sombras he visto como tantas veces me he invisibilizado por un miedo profundo a dañar a los demás o como me cerrado protegiéndome del dolor y la soledad.
He podido reconocer como me he sentido incómoda siendo mujer, cargando con todo lo que la historia le pone a este género y creyéndome inadecuada e incapaz de encajar en los moldes propuestos.
No sé muy bien por qué, pero al parecer así funcionamos los humanos. Vamos heredando creencias y repitiendo historias para sobrevivir en un mundo que a veces parece tan hostil.
Creemos amar, pero estamos completamente confundidos. Nos identificamos tanto con nuestros personajes y nos olvidamos de lo que somos. Sobrevivimos, más que vivir.
No lo entiendo muy bien, por más que he intentado. Sospecho que tiene que ver con este profundo dolor de sentirnos separados del Amor. Entonces vamos por la vida buscando desesperadamente sentirnos completos nuevamente. Hacemos lo que sea.
Amadas hijas,
Para mí es muy difícil de comprender por qué esto pasa. En todo caso pasa.
Lo bueno amadas hijas, es que a veces, uno puede presenciar el milagro de darse cuenta de todo esto y empezar a despertar.
Es como cuando se despiertan de una pesadilla y se dan cuenta de que solo estaban soñando.
Así es. A veces vivimos en una eterna pesadilla, creyendo que la vida es sufrimiento, esfuerzo, escasez y miedo y que tenemos que hacer malabares imposibles para ser felices.
Pero eso no es mas que un terrible sueño. Como si estuviéramos metidos en una burbuja nublada que no nos deja ver y nos hace creer que todo es muy difícil.
Amadas hijas,
No lo es.
Por eso mi compromiso con ustedes es ser la mujer que soy.
Abriendo mi corazón y entregándome al mundo para que en resonancia todos vayamos despertando y reconociendo el Amor que ya somos. Que no necesitamos buscar en ninguna parte.
Ser lo que no somos es cómo usar zapatos que nos aprietan. Duele mucho y no podemos caminar bien. Terminamos con ampollas en los pies, rindiéndonos y quedándonos quietos para evitar que nos siga doliendo.
Amadas hijas
Ya no quiero seguir usando zapatos que aprietan, solo porque otros crean que son los mejores zapatos. O porque crea que si no los uso no me van a aceptar y querer. O porque crea que haré felices a otros al usarlos. Porque nada de esto es verdad. Nada puede ser mejor para mi y para todos, que usar diferentes zapatos. Unos que me queden bien. O quitármelos y caminar descalza cuando sea posible. Porque así puedo caminar, correr, saltar y bailar. Moverme en libertad. Sentir el piso bajo mis pies. La tierra o el agua o tantas diferentes texturas que hay en el mundo.
Hoy, Amadas Hijas,
Ser la mujer que soy, es ser la mujer de corazón abierto. La que ama expansivamente.
La mujer sabia, espiritual. La bruja, esotérica, facilitadora de conexiones cuánticas, canal y exploradora del mundo energético.
La mujer inteligente, estudiosa, amante de los libros y que siempre busca explicaciones.
La psicóloga. La existencialista apasionada por los miesterios de la humanidad y del universo. A la que justamente la psicología se le queda corta.
La mujer que también es masculina y a la que los círculos solamente femeninos no le atraen tanto.
Esa mujer que no le gusta ser ama de casa, la desordenada y que no tiene interés en cocinar.
La que ama a sus hijas inmensamente y a veces no quiere cuidarlas y estar con ellas. La que ama el silencio y estar a solas y que no puede ser mamá de tiempo completo.
La mamá de la cicatriz en su útero, que no parió, ni amamantó. La que se reinventa el rol día a día trascendiendo la maternidad que la cultura impone. La que libera a sus hijas de la carga del sacrificio.
La mujer que trabaja, pero que no puede tener un horario fijo. Esa que ama su trabajo tanto como ama su libertad.
La mujer esposa, que no es esposa, porque no concibe estar esposada a nadie. Esa que explora cada día como vivir en pareja sin perderse a si misma. La que se es fiel a si misma.
La mujer dispuesta a competir si la quieren aplastar. La que saca su voz y expresa lo que piensa y siente. La que también calla si cree que es mejor o si a veces tiene ganas de protegerse.
La mujer que elige sus relaciones sin obligarse a permanecer, alejándose de envidias y malas intenciones que solo intenten disminuirla.
Esa, a la que le encanta viajar, conocer el mundo, disfrutar de la comida y de las sensaciones.
La mujer sexual, que asume su placer y deseo, la que deja de temerle al arquetipo de la puta, la mujer fuego. La que ama su cuerpo y se adueña de él.
La que acepta y agradece su historia, honra a su padre y a su madre y sana lo que ya no le pertenece.
La mujer que teme, la que se equivoca, la tantas veces incoherente, la que se contradice y que una y otra vez se para con los ojos en alto.
La celosa, la envidiosa, la tirana, la cruel, la cruda, la iracunda, la gritona, que reconoce sus oleajes y retoma su centro. Aunque a veces le tome tanto tiempo.
La mujer dulce, tierna, amorosa y contenedora. Que a veces está disponible y a veces no.
La mujer dulce, tierna, amorosa y contenedora. Que a veces está disponible y a veces no.
La altamente sensible, que tantas veces le duele el mundo en la piel. La trascendental, que a todo le busca sentido y conexión.
La escritora, la poeta, la cantante desafinada, la artista insegura, la bailarina cohibida. La del pánico escénico que se para temblando de todas maneras.
La mujer torpe, que tantas veces nos sabe cómo vivir en el mundo, la etérea y soñadora.
Esta y tantas que se asoman. Unas que mueren y otras que nacen.
La que es mujer solo por darle un nombre pero que al final a cada paso descubre que es indefinible. Que no cabe en ninguna categoría, porque es todo en potencia y que nada de eso importa si simplemente ES.
lunes, 18 de julio de 2016
Cambiar una creencia...
Lo difícil de cambiar una creencia, es que como son construcciones colectivas,
todo el tiempo recibimos una retroalimentación del entorno que valida es creencia.
Entonces un buen punto de partida es cambiar la creencia de que la realidad es lo que percibimos con nuestros sentidos
Cambiar la creencia de que es muy difícil cambiar las creencias
Cambiar la creencia de que funcionamos en en una lógica lineal de causa - efecto.
Mejor dicho, abandonar cualquier creencia en el instante que surja.
jueves, 7 de julio de 2016
Jugar...
Jugar.
Los niños quieren jugar por jugar.
Sin reglas, sin objetivos, sin direcciones, sin aprendizajes inducidos, sin lógicas adultas.
Dejémolos jugar.
Solo jugar.
Y asi de paso podemos darnos cuenta qué tan poco nos permitimos los adultos gozar, sentir placer, divertirnos, entregarnos a lo que hay, solo por que si. Sin ser productivos,eficientes, serios e importantes. Sin sentir culpa.Sin creer que estamos perdiendo el tiempo.
Dejemolos jugar y aprendamos de ellos que la vida no tiene que ser una serie de esfuerzos y logros, metas y aprendizajes serios para ser alguien en la vida.
Ya somos. Y la vida puede ser lo que queramos que sea.
De las cosas más poderosas, contemplar, sin interrumpir, a los niños jugar libremente.
Démosles y Démonos ese regalo
viernes, 1 de julio de 2016
Miedo...
Vivir fuera del esquema del miedo, es una elección de cada minuto.
Poder atravesar las nubes de miedo que inundan el espacio y saber que del otro lado está la certeza.
Decirle no a lógica que parece obvia para todos y saber que la confianza y el amor más allá de una idea inocente y romántica es una posibilidad.
Renunciar al hábito del miedo es reconocer los apoyos internos y externos y sacar la propia voz permitiendo que trasmute el espacio para darle lugar al estado natural.
lunes, 13 de junio de 2016
La única...
Renunciar a ser la única, la especial, la privilegiada, la elegida,
es ganar en expansión y en libertad.
Es reconocer la grandeza potencial que hay en todos.
Renunciar a la posesión del solo mio, es ganar en abundancia.
Es ver la multiplicación de aquello que se entrega y saber que nada puede retenerse.
Renunciar al control es ganar en confianza.
Es saberse sostenido por el universo y llenarse de certeza.
Renunciar al hábito del miedo, la duda, la envidia, la ira y los celos, es ganar en grandeza y seguridad.
Es ver de frente nuestras inseguridades y carencias.
Es ver de frente nuestras inseguridades y carencias.
Reconocer que las relaciones no se sostienen desde las falsas promesas que dan falsa seguridad, sino desde el contacto con nuestra inmensidad y nuestro inagotable Amor.
sábado, 11 de junio de 2016
Asperguer....
jueves, 9 de junio de 2016
Síntomas y trastornos...
Los síntomas, trastornos y comportamientos de los niños preocupan a sus papás, o a sus profesores, o familiares.
Cuando se salen de lo "normal" todos nos movemos para corregir ese problema. En las sesiones cada vez es más claro que no hay nada que corregir. Los niños y niñas nos están mostrando algo. Puede ser algo de su entorno, de la sociedad, de la familia, del sistema. Puede ser algo de nosotros los adultos que estamos cerca. Puede ser algo de ellos que no hemos logrado ver y escuchar. Ellos tienen información que nos dicen de esa manera. ¿Por qué? Porque si la dicen con palabras, que a veces lo hacen, no les creemos. Tienen que movernos a la fuerza. Sacarnos de esquemas y programas para que podamos entender. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a movernos para recibir el mensaje? |
miércoles, 25 de mayo de 2016
Terapia...
En terapia, no importa si estoy ante un niño, un adulto, una familia, o un grupo,
muchas veces me pregunto si estoy usando las técnicas correctas, interviniendo mucho o poco, diciendo lo acertado, guiando a la persona como se supone. Me pregunto si el otro está recibiendo eso por lo que pagó, si va a volver, si se está aburriendo, ¿Si seré buena terapeuta?, ¿Le estoy haciendo perder su tiempo? ¿Quién soy yo y que sé yo para hablarle al otro de su vida? En pocas palabras si lo estoy haciendo bien o mal. Tantas veces soy mi más crítica y exigente supervisora dentro de la sesión. Esto poco ayuda. Cuando puedo soltarlo, y simplemente estar. Cuando veo a la persona a través de sus ojos, y me pregunto más bien, ¿Como puedo amarla? Cuando en el silencio, callo las voces y simplemente se que quién está enfrete es inmenso y me pregunto ¿Como puedo ayudarle a saberlo también? ¿Qué puedo decirle para qué lo recuerde? ¿Cómo puedo estar para que pueda quitarse todos esos disfraces y protecciones y sienta su corazón? Es entonces cuando verdadera magia sucede, y me doy cuenta de que no es lo que yo haga en absoluto lo que importa, Sino lo que permito que suceda cuando Soy y quito todo lo demás del medio |
martes, 10 de mayo de 2016
Los niños quieren jugar...
Los niños quieren jugar. Lo piden todo el tiempo.
Quieren crear, trasformar, contar historias, expresar sus emociones, elaborar las situaciones cotidianas, a través de los objetos, hacer eso que su mundo interno aclama.
Quieren divertirse, reírse, tocarse, demostrar su fuerza y su poder. Cuidarse entre ellos, demostrar sus talentos, adquirir los poderes que tanto les hace falta en la vida.
Quieren descubrir como funciona el mundo, sentir con todo su cuerpo, concentrarse para lograr eso que tanto quieren por motivación propia.
Eso quieren.
Pero ahí estamos los adultos interrumpiendo. Prohibiendo. Dirigiendo. Ordenando. Controlando. Interviniendo.
Pasándoles nuestros miedos.
Pidiéndoles que sean productivos.
Haciéndoles creer que el mundo es un lugar serio en el que no hay tiempo que perder.
Envidiando su alegría y placer.
Angustiándonos por sus emociones genuinas y expresiones auténticas de las que tanto carecemos.
En lugar de ser obstáculo observemos. Contagiémonos de su risa y su pasión. Confiemos. Recordemos a su lado lo inmensa que es la existencia y lo rico que puede ser vivir.
jueves, 5 de mayo de 2016
Cuando no quiero ser mamá
Por Ana María Constaín
Amadas hijas,
A veces no quiero ser mamá.
Quisiera poder poner pausa a su existencia para tener trozos
de vida en los que yo, sea solo yo.
Porque su presencia a veces es demasiado intensa. Demasiado
permanente.
Ustedes están cuando mi enfermedad y mi cansancio piden
cama,
Y cuando mi tristeza necesita silencio y quietud,
Aparecen en medio de conversaciones,
Provocan cuando mi rabia necesita espacio para no cruzar el
punto de no retorno.
Sus necesidades se interponen en propuestas de trabajo
Sus enfermedades en planes con amigos
Y constantemente se asoman cuando sale lo peor de mi.
A veces no quiero ser mamá
Porque me pregunto si sirvo para eso,
Porque amadas hijas,
les confieso que difícilmente mantengo viva una planta,
He descubierto que soy muy mala ama de casa
Que no me gusta que los demás dependan de mi,
Y que fuera del trabajo me aburre jugar.
Así que con frecuencia la responsabilidad me aplasta, la culpa
me consume, y me siento agotada, porque la vida no para, y sus necesidades
tampoco.
Si, me cuesta decírselo, pero a veces no quiero ser mamá.
Especialmente, cuando no soy la mamá que debería. Supuestamente.
Me peleo tanto con la mamá que soy, que en esa lucha queda
poco espacio para ustedes.
Pero a veces, puedo darme espacio para ser.
No la mamá. Yo. Así
completa con todo lo que soy.
Y entonces hay espacio para ustedes. No las hijas. Ustedes.
Con todo lo que son.
En ese encuentro infinito, me doy cuenta de que la lucha es
una pelea de roles. No de seres.
Y cuando puedo deshacerme del rol, entro en éxtasis.
Algo mágico sucede. Nos conectamos y puedo ver la inmensidad
de la existencia.
Me percato de cómo sus enfermedades me paran cuando el ritmo
me está sobrepasando,
Y como su presencia me ha permitido elegir y construir mi
trabajo con tanta consciencia
Veo como sus emociones son alarmas que me alertan cuando
estoy perdiendo mi centro,
Y me asombro ante la manera en que me invitan a habitar el
presente, diluyendo la ilusión de futuro.
Sus cuerpos despiertan el mio, y desbloquean canales
cerrados ante la dureza que también hay en el mundo.
Y comprendo que ese, el peor lado de mi, que ustedes sacan
con admirable perseverancia, no es más que la parte mia que más amor necesita,
y que una vez afuera, puedo ver de frente para abrazarla y reconciliarme con
ella.
Con cada plan cancelado suelto el control y aprendo a
confiar,
Y cuando los gastos aumentan reconozco mi abundancia y me
doy cuenta de todo lo que puedo aportar al mundo.
Sus incontables necesidades, me muestran que puedo pedir ayuda,
y que siempre, hay manos disponibles
Cada día soy testigo de que ustedes son mucho más que el
resultado de mi crianza.
Amadas hijas,
Cuando no quiero ser mamá
Es porque esa palabra tiene mucha carga.
Muchas expectativas, significados, exigencias, deberías y sacrificios.
Yo quiero trascender la palabra.
Quiero Ser a su lado, conectando
con ustedes para poder acompañarlas en su camino.
Enseñarles lo que pueda, y dejar que otros sean parte de su
vida para enseñarles lo que también saben.
Sé que yo no soy suficiente, y sé que ustedes no son mías.
Yo soy su guardiana, mientras me necesiten.
La representación del Amor incondicional en la tierra.
Quiero estar para que juntas nos recordemos el camino hacia
el centro, cada vez que lo olvidemos.
Sabiéndonos el Todo, sin perder la individualidad.
Honrando y respetando el camino único de cada una.
Soltando la idea de que soy yo la que moldea sus vidas
Renunciando a ser indispensable,
Abriendo paso a la libertad, y a la confianza
Quiero darles lo que desde mi esencia surge cuando entramos
en sintonía, y desde ahí hay un flujo de Amor que crea terrenos fértiles
Amadas hijas,
Más que su mamá quiero Ser todo lo que Soy a su lado.
Gracias a ustedes y para ustedes.
viernes, 22 de abril de 2016
Integración....
Tener a una persona en integración en el trabajo o en el colegio, no es cumplir un requisito de ley, no es ser muy buena persona, ni es hacer un favor a una familia desesperada.
Tener a una persona en integración es, si uno se lo permite, abrir el corazón y ser transformado para siempre.
Es ampliar la consciencia gracias a ese Ser qué llega y nos muestra el mundo desde nuevas perspectivas.
Es una oportunidad para replantearnos los conceptos de éxito, logro, amistad, normalidad, empatía, compasión.
Es poner en práctica la presencia, la aceptación y el amor incondicional que tanto necesitamos.
Es comprender que ellos no son un error del universo sino que por el contrario vienen a ayudarnos a despertar y recordar lo que estamos olvidando
Tener a una persona en integración es, si uno se lo permite, abrir el corazón y ser transformado para siempre.
Es ampliar la consciencia gracias a ese Ser qué llega y nos muestra el mundo desde nuevas perspectivas.
Es una oportunidad para replantearnos los conceptos de éxito, logro, amistad, normalidad, empatía, compasión.
Es poner en práctica la presencia, la aceptación y el amor incondicional que tanto necesitamos.
Es comprender que ellos no son un error del universo sino que por el contrario vienen a ayudarnos a despertar y recordar lo que estamos olvidando
martes, 12 de abril de 2016
¿Qué es lo que más piden lo niños en consulta y en los grupos de niños?
Jugar. Jugar a lo que ellos quieran. Moverse. Usar su fuerza. Que no los obliguen a hacer lo que no quieren Decir lo que quieran sin ser juzgados, castigados, o regañados Quitarse los zapatos Pintar libremente. Sin instrucciones Ver cuentos de monstruos y dragones Hacer luchas Usar el material de arte libremente, untándose, ensuciando, explorando Construir lo que su imaginación sugiera Usar los juegos de mesa con reglas propias ¿Qué es lo que más les gusta oir? Aquí puedes equivocarte Si dañas algo lo reparamos Tómate el tiempo que necesites Me gusta como eres |
lunes, 11 de abril de 2016
Alta Sensibilidad
Por Ana María Constaín
Hace un tiempo me crucé con un artículo
que hablaba de las personas altamente sensibles. Al leerlo sentí un gran alivio.
No solo porque me sentí muy identificada,
sino porque además pude ponerle palabras a muchas vivencias que hasta ahora habían
estado en el territorio de la confusión.
A mi consultorio llegan muchos niños
altamente sensibles. Mis hijas, cada una a su manera, lo son también. Esto me ha
ayudado a reconciliarme con aspectos míos que había bloqueado completamente,
reemplazándolos con la razón y el intelecto. Con explicaciones lógicas y una
gran capacidad de análisis e interpretación.
En la medida que estos niños fueron
apareciendo en mi vida, algunas ventanitas empezaron a abrirse. Al principio
simplemente creía que era una facilidad para relacionarme con ellos. Pero poco
a poco me he dado cuenta de que me reconozco profundamente en muchos de esos
seres que se aparecen en mi vida como espejos que me devuelven la posibilidad
de amarme como soy.
Al ver y sentir el mundo a través de ellos,
recuerdo esa que he sido y despierto. No es fácil porque duele. Por eso
comprendo por qué en un principio me fui desconectando y por qué muchos niños
lo hacen.
Tantas veces me he peleado con mi
introversión y timidez.
Mi necesidad constante de ver la
profundidad de todo.
Mi melancolía y esa dificultad por
entender el mundo.
Mi paranoia.
Mis miedos.
Mi llanto fácil.
La necesidad de silencio y espacio.
Mi profunda soledad que nada tiene que
ver con la cantidad de personas que me aman y rodean.
Mi queja.
Mi intolerancia al dolor físico.
Mi agotamiento constante.
Mi quietud.
Y a la vez mi poca tolerancia a la
lentitud.
Mi dificultad para adaptarme a cambios
imprevistos.
Mis ganas de ser invisible.
Mi terror a la exposición.
Y al mismo tiempo mi necesidad de
contacto y calor.
Mi cabeza repleta de ideas.
Mis altibajos en el peso, que a veces es
tan difícil de bajar.
Mis pocas habilidades sociales para las
situaciones más cotidianas.
Las tantas veces que quiero encogerme y
meterme debajo de la cama (o de la tierra) y quedarme ahí para siempre.
O de meterme en el mar y perderme en sus
aguas.
Todo esto lo he rechazado. He querido ser
alguien más. He envidiado la ligereza, el tono alegre y extrovertido de
aquellas personas de risa fácil y gracia social.
He querido vivir más tranquila, fluir y
moverme en el mundo como pez en el agua y dejar de darle tanta importancia a
las cosas. Andar más por la superficie, sin tener que sumergirme en las
profundidades de todo.
Pero esa no soy yo. No que no pueda por
momentos intentarlo, esforzarme.
Pero no puedo escapar de mi.
Estos niños me lo ponen de frente y con
ellos puedo empezar a nombrar ese mundo de confusión que resulta de vivir tan
abierto en un mundo tan denso.
Ese sentir como quema el dolor del mundo
en la piel.
La asfixia en un lugar lleno de gente.
La cabeza llena de ideas propias y
ajenas,
La capacidad de leer cada microgesto y
saber que las palabras no concuerdan con la verdad,
Sentir a las personas adentro,
Aislarse, y si no se puede explotar, cuando los sentidos se saturan con el exceso
de estímulos del mundo caótico
Leer entre renglones,
Oír lo no dicho,
Percibir más allá del tiempo y espacio.
Llorar tristezas ajenas,
temer miedos de otros,
ebullir con la rabia contenida de aquellas
sonrisas falsas.
Inundarse de ideas, imágenes y
pensamientos bombardeando la cabeza,
que tantas, tantas veces está a punto de
estallar.
Hacer conexiones entre lo inconectable
Estar en una constante búsqueda de
sentido para aliviar el olvido de la unidad.
Sin duda me he adaptado, al menos lo
necesario.
He sabido jugar el juego. Hacer lo
necesario para ser aceptada, sin exponerme demasiado. Mimetizándome sutilmente.
Haciéndome lo mínimamente visible en la invisibilidad.
Encontrando la manera de ser yo, sin
romper demasiado las reglas y haciendo lo necesario para funcionar.
Me protegí. Me blindé. Lo más que pude.
Eso si, siempre he sido un poco rarita.
Oscilando entre el profundo miedo al
rechazo y la pujante necesidad de mantener un mínimo de autenticidad.
Ha sido mucha la energía invertida en
sostener el mediocre personaje sediento de aprobación pero que en el fondo no
soporta el guión propuesto.
Al menos hasta que he empezado a
aceptarme y recordar.
Ahora estoy aprendiendo a estar en el
mundo con todo lo que soy
A abrirme y quitarme tantas capas, al
mismo tiempo que me cuido y me protejo cuando es necesario.
Ampliando la consciencia y descubriendo que
nada es lo que parece.
Desde ahí puedo ver a muchos de esos
tímidos,
raros,
agresivos,
inquietos,
hiperactivos,
desafiantes,
autistas,
bipolares,
esquizofrénicos,
depresivos,
desadaptados,
rebeldes…
Verlos mucho más allá de los conceptos.
Soltar la intención de ayudarlos a cambiar o adaptarse, y más bien adentrarme
con ellos a su mundo.
Aceptarlos y amarlos para que juntos
podamos recordar la divinidad que somos y conocer la humanidad mediante la cual la expresamos.
Acompañarnos a entregar al mundo lo que
somos, en el amplio sentido de la palabra.
Esta mi manera, me permite en gran medida
ser el otro.
Esto es confuso. Los limites a veces se
pierden.
Tal vez porque estos límites no son del
todo reales.
Esto que soy, si, me dificulta a veces
estar en el mundo,
También me ayuda a no permanecer en la
ilusión de que el mundo es esto tangible y material.
Me empuja a trascender la dualidad para
experimentar la inmensidad del Todo y de la Nada.
Me invita a integrar el cielo y la
tierra.
A explorar lugares inmensos.
A reconocer nuestra grandeza.
A sabernos luz y sombra, y todo lo que
hay en el espectro.
A experimentar la vida con todo lo que es
sin apegarse a la formas.
A ser, más allá del pensamiento, la
emoción y el cuerpo.
Y al mismo tiempo experimentarlos. Integrarlos
y trascenderlos.
A Vivir.
A reconocer el universo en cada átomo.
A Amar. Así, con mayúscula.
Y a acompañar a otros a todo esto.
Gracias a eso que soy.
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