jueves, 22 de diciembre de 2016

Es simple...



Es simple, es mágico. Ponte frente a tus hijos y contémplalos.

Cuando estén haciendo eso que no te gusta, que te preocupa, que te parece incorrecto.

Permanece ahí. Observando. Sintiendo. Percatandote.

¿Que sientes?, ¿que juicios aparecen? ¿que te gustaria que fuera diferente? ¿para qué?

Contempla y date cuenta de tu mundo interior
Observate en ese reflejo que ellos te ofrecen.


Sus gritos, llantos, miedos, su rabia, sus conductas inadecuadas.

Contempla

Como es esto en mi?

Que gritos no he dado? Que llantos he contenido? Que miedos he callado? Que rabia que ignorado? Que conductas he reprimido? Cuanta libertad he sacrificado?


Contémplalos y deja que surja tu naturaleza.


Nombralo. Dale un espacio.

Diles con honestidad. Yo también quisiera gritar. Yo también me siento solo a veces. Yo también tengo ganas de llorar. Yo también siento miedo.

Dale voz a ese mundo que está oculto incluso para ti.

Recibe el regalo que te dan al mostrártelo con valentía.

Tus hijos develan eso que escondes.


Contempla, no intentes cambiar nada.

simplemente ama.

A ellos y a ti

martes, 20 de diciembre de 2016

¿Crisis de valores?

No creo que estemos en una crisis de valores. No hace falta más que ver la historia de la humanidad.

La pregunta ¿a qué hemos llegado?, me sobra. No es que vengamos de mejores lugares.


Con las imágenes recientes pienso...

Se hace evidente que la civilización es un fracaso.
Quisimos excluir lo indeseable. Enjaular el lado salvaje. Limarnos los colmillos. sonreirle al dolor. Castrar la sexualidad. Perfumar los malos olores, maquillar la verdad que los ojos no pueden ocultar.
Nos refugiamos en los modales, la diplomacia y la buena educación.
Nos creímos la foto de la familia sonriente.
Mandamos al sótano todo lo que no nos gusta.
Nos ahogamos en los "buenos valores" y la "gente de bien".


No estamos en una crisis de valores. No está decayendo la humanidad.


Esta muriendo una civilización represora, que ya no puede ignorar la oscuridad descaradamente excluida.


No alcanza con mandar luz a los malos. Incluir en nuestros rezos a los Ángeles caídos. Desterrar a los que no pueden seguir las reglas.


La civilización cae a pedazos y la mierda sale de las alcantarillas.

Ya no hay perfume que alcance.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Rushen



Despierto ,

De la ilusión de la dualidad, siendo esa dualidad hasta el extenuamiento

Girando infinitamente en la rueda de la vida

Queriendo descabezarme para aliviar el peso de los pensamientos

Doy espacio a emociones olvidadas, excluidas e ignoradas. Inmersa en una rabia desgarradora, en la culpa que me devora. Vergüenza, envidia, celos asfixiantes. Lamentos interminables.

Mi voz por fin pronuncia lo innombrable. En ese estado aterrador surgen sonidos por iniciativa propia desde las profundidades. Gemidos, canciones, gristos desgarradores.

Mi cuerpo traspasa cualquier límite conocido y cambia la forma junto con el transitar del interior. Vómitos, fluidos, golpes, placeres, orgasmos. La piel atestiguando el movimiento.

No hay escapatoria

Los reinos inferiores abren sus puertas infernales a Estados instintivos, animales, hambrientos e insaciables.

Todo está ahí y siempre ha estado

El reino humano aparece con su remanso.

Me seduce con su esperanza, sus plegarias. Las notas suaves y un calor me da un refugio. Temporal.

Hasta que el aburrimiento, la mesura y el cansancio del esfuerzo hacen girar la rueda nuevamente.

Voy en la incansable búsqueda de llegar a la iluminación. Con la mirada hacia arriba huyendo de los infiernos. Siempre en carencia, en competencia. Envidiando a aquellos en la cima.

La cima ilusoria de los dioses inmortales.

Porque una vez llegó, la luz me enceguece y la vanidad y la arrogancia toman el lugar. En ese espejismo el sufrimiento se esconde perfectamente camuflado en la bandera de la conciencia.

Llega la inevitable caída.

Sin una cima a donde llegar, una meta que perseguir o una ilusión de la cual agarrarme caigo en el vacío.

Me ahogo en la angustia y la desesperación

Nuevos infiernos

La rueda gira sin parar

Persigo inútilmente un anhelo de unidad

Andando en círculos en un camino inexistente

Entonces emerge el dolor más profundo y primordial

El dolor de la separación

Sólo hay asfixia y dolor. Me quedo sin piel.

Me deshago. Me desintegro.

Me fundó

No hay nada más...

Nada....

La nada

La vacuidad




Despierto.

Mientras no existe el tiempo




Hasta que existe. Y la rueda gira de nuevo

Ahora río en el fondo




El corazón vibra. Es.

Presencio está ignorancia y celebro su existencia




Ni hay nada por hacer, ni a donde ir.




Soy

Somos

La naturaleza de la mente.




... Y la rueda vuelve a girar...

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Aparece la serpiente...



Aparece la serpiente con su veneno.


Surge de las profundidades amenazante, salvaje y despiadada. Podemos apedrarla, intentar cortarle la cabeza, arrinconarla, encerrarla. Podemos matarla.


Volverá.


O podemos desnudarnos ante ella. Vernos en sus ojos. Sentirla en nuestras entrañas olvidadas. Reconocer su veneno. Dejar de huir. Sabernos ella. Mirarla de frente y aceptar lo que nos refleja.


Si, podemos seguir culpando a la serpiente, defendiéndonos de ella,

pero si no nos damos cuenta de que la serpiente mora en nosotros,

en lugar de empoderarnos y protegernos,


terminará por envenenar nuestro corazón.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Siéntate frente al otro...

Siéntate frente al otro.
Atraviesa cada capa. 
Deja que su conducta pase a otro plano.
Navega entre las palabras hasta llegar a su corazón.
Entra en su mirada 
Encuentra su luz. Siempre está ahí adentro.
Siente sus emociones y trasmútalas con el fuego que arde en ti.
Expándete. Cubre todo lo que es rodeándolo de amor incondicional. Ese que está siempre disponible.
Vibra lo que eres. Olvídate de tratar de cambiar algo. De mejorarlo.
Suelta tus mejores intenciones
Renúncia a tus ideas
Ríndete ante la majestuosidad de soltarlo todo y simplemente ser con el otro

lunes, 7 de noviembre de 2016

Amadas Hijas, Jueguen



Amadas hijas,

Seguramente nos habrán oído decir a los adultos más de una vez ¡No todo en la vida es juego, hay cosas más importantes!

Amadas hijas

No se lo crean.

Es verdad que a veces hay que hacer otras cosas, como ordenar, comer, vestirse o lavarse los dientes. Cosas que nos ayudan a cuidarnos y organizarnos. También tenemos que dormir, y pasar largos ratos en el carro para desplazarnos por la ciudad que es bastante grande.

¡No todo puede ser divertido! Les decimos con frecuencia. Si no aprenden esto pronto, van a sufrir mucho.

Y pues si. Quizá es verdad que no todo puede ser divertido, porque en esta vida humana, todas las emociones son parte de la realidad. Pero eso no significa que la vida no sea juego.

Amadas hijas,

Justamente creo que eso es lo que hemos olvidado los grandes. Que la vida no es más que un juego.

Nuestro problema mayor es que nos tomamos todo demasiado en serio. De alguna manera aprendimos que la vida es un esfuerzo continuo. Un camino arduo en el que tenemos que ir rápido para llegar muy lejos. No podemos perder el tiempo. Imaginando tal vez que al final está el éxito y con él la felicidad. El juego, creemos, solo nos distrae y nos aleja de la meta.

Amadas hijas,

Ustedes, los niños, no se preocupan por ningún camino, y solo quieren jugar. Jugar para ustedes es hacer lo que se siente bien, lo que les gusta, lo que les interesa, lo que les invita a crear y experimentar un mundo nuevo que se abre ante ustedes. Esto es maravilloso.

Pero los adultos ya tenemos muchos planes para ustedes. Planes para seguir este camino del que les hablé. Y jugar no está en estos planes. Tal vez por algunos ratos, porque al final, son niños, nos decimos. “Es importante el juego en el desarrollo”, hemos oído. Así que tal vez lo incluyamos en el plan.

Los dejamos jugar, eso sí a nuestra manera. O al menos la que nos parezca más conveniente. A veces para llevarlos a nuestras metas. Otras para poder descansar porque llevar a cabo nuestro plan es agotador. A veces nos sentamos a jugar con ustedes. También hemos oído que los papás deben jugar con sus hijos y nosotros lo queremos hacer bien. Es bastante aburrido a veces y ustedes se dan cuenta. En todo caso nos esforzamos para parecer divertidos.

Rara vez los dejamos jugar a su manera, sin intervenir, controlar, dirigir u opinar.

Amadas Hijas,

Jueguen.

Exploren. Creen. Imaginen. Inventen. Muévanse. Escalen. Rueden. Canten. Bailen. Pinten. Den volteretas. Improvisen. Usen los juguetes como quieran. Hagan unos nuevos. Cambien la lógica. Combinen las fichas. Hagan mezclas de plastilina. Construyan casas y guaridas. Usen disfraces sin sentido. Rian. Peleen. Hagan sus propias reglas.

Jueguen. Hagan de cada momento un juego. Ustedes saben, como transformar un viaje en el tráfico pesado en una aventura en el espacio. Pueden convertir el baño en un cuento de sirenas, la comida en un baile de alimentos, y la ida a dormir en una función de circo.

Nosotros estamos muy cansados insistiendo en ser serios. Tenemos afán. Las regañaremos. Somos los monstruos gruñones de su juego.

Amadas hijas,

Insistan.

Poco a poco vamos despertando. Su juego colorea nuestra vida y va infiltrándose en nuestras mentes adormiladas. Sus risas aflojan los gruñidos y nuestras carcajadas van pudiendo liberarse de la cárcel de “lo importante”. Al ritmo de sus faldas bailarinas se van descongelando nuestros cuerpos, y tantas veces terminamos papa y mamá bailando en medio del desayuno.

Jueguen.

A su manera. No nos dejen arruinarlo todo. Nosotros iremos encontrando nuestra propia forma de jugar para no tener que vivir a través suyo lo que no hemos sido capaces. Iremos dejando de lado la obligación para abrir espacio al placer de vivir. Deteniendo el tiempo que nos hemos inventado, y abandonando los planes prestados, para jugar este juego que es la vida.

Jueguen, que como ustedes saben, la vida es gozo, y cuando vienen oleadas de emociones, no es más que para traernos mensajes, que en el lenguaje del juego llegan claramente. La tristeza puesta en escena, la rabia que dirige peleas de animales, el miedo que se esconde en refugios de cojines, las heridas que se sanan con flores o el dolor que viste notas musicales.

Amadas Hijas,

En el juego vive su alma.

Jueguen y muéstrenme la mia

jueves, 29 de septiembre de 2016

La voz de la sombra...



Por tres ciclos he sido testigo de verdadera magia.

He visto procesos de sanación suceder ante mis ojos.

He experimentado luz que se asoma de las sombras tenebrosas que tanto evitamos.

He oído voces silenciadas despertar.

He tocado almas y

Pieles congeladas derritiéndose ante el contacto del amor.

Cuerpos mirandose por primera vez con ojos de aceptación. Bailando al ritmo de la música interior.
He sentido la fuerza del poder de cada uno manifestándose al servicio de todos.
He experimentado los estados más elevados de la humanidad que florece cuando trascendemos los guiones aprendidos y cuando resignificamos nuestras heridas.

Cuando finalmente dejamos las excusas y asumimos nuestra luz.

He presenciado verdaderos milagros.

Este fin de semana me supe en un salto cuántico. Ese que se da cuando reconocemos nuestros verdaderos colores y desde lo más oscuro permitimos que se proyecten hacia afuera, en la profunda aceptación.

Gracias Nicolás Velásquez por crear estos espacios en donde te atreviste a ser y a confiar.
Gracias por tu valentía de visitar tu sombra y llevar a tantos de la mano tan sutil y amorosamente a visitar la propia.
Gracias por abrirme espacio a mi para acompañarte en esta travesía.

Gracias a todos los que confiaron sin pensarlo y dieron ese paso al vacío para hacer todo esto posible.

El proceso de La Voz de la Sombra ha nacido y está lista para iluminar.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Tecnología...






¿Es verdad que la tecnología nos embrutece? ¿Que afecta las relaciones entre padres e hijos?

Yo veo más posibilidad de vacaciones familiares, en lugar de juzgar papás y mamás que se conectan con la oficina en el tiempo de familia

Veo papas y mamás que pueden recoger a sus hijos en el jardín y almorzar a veces con ellos, en vez de juzgar padres que reciben a sus hijos con el teléfono en mano

Veo hijos que oyen las voces de amor en mensajes, en ver de juzgar a padres y madres que reemplazan la presencia

Veo familiares que se acercan en pantallas, en vez de juzgarlas como relaciones ficticias

Veo mamás y papás sostenidos por redes virtuales, en vez de juzgar padres metidos todo el día en internet

Veo comunidades vivas, en vez de ver perdedera de tiempo en Facebook.

La tecnología no es más que un medio. Uno maravilloso.

Un papá en el desayuno en su teléfono, no es distinto a uno con el periódico.
Una mamá chateando no es distinta a una hablando por teléfono fijo, o en un te con sus amigas.

La forma es distinta, pero si acaso, la tecnolog{ia permite padres y madres más presentes que de otra manera no podrían ni siquiera estar.

Idealizamos el pasado, pero yo veo a papás y mamás más presentes que nunca en la vida de sus hijos.

Que usemos la tecnología para evitar el contacto, es otra cosa. Pero eso no es culpa de la tecnología.

Podemos ignorar a nuestros hijos de miles de maneras. O distraernos de una relación que ya no funciona.
Si esto pasa, no es por CAUSA de la tecnología. Y no se soluciona quitándola.

En vez de demonizar la tecnología, veamos en profundidad que es lo que está pasando en nuestras relaciones, para poder asumir la responsabilidad de lo que nos corresponde.

En lugar de juzgar a otros cada vez que tienen un aparato enfrente, aprendamos a ver la situación con más amplitud, porque cada generación ha tenido algo que lo emboba...

jueves, 8 de septiembre de 2016

Me has cambiado la vida...

Qué grande cuando en las sesiones nos dicen
Me has cambiado la vida,
No sé que sería sin ti
No sabes cuánto te agradezco todo lo que haces
Mi vida es otra desde que vengo a verte

Y que tentador creernoslo. Sabernos importantes en la vida de un otro. Sentirnos reconocidos. Constatar que somos buenos en nuestro trabajo.

Así como cuando nuestros hijos nos dicen, eres la mejor mamá del mundo. No hay ninguna como tu.

Que seductor alimentarnos de halagos y reconocimientos. Muy merecidos seguramente.

La otra cara de la moneda viene cuando aquel persona no viene mas a consulta,
cuando nos dicen
venir no me sirve para nada
no sé si esto vale lo que pago
o simplemente prefiero otro tipo de terapia

La ola fría llega con los
eres la peor mamá del mundo
quiero vivir en otra casa
te odio
me hubiera gustado tener otra mamá

Nos derrumbamos,
Difícil no tomarlo personal

Nuestro ego lo cree.

Ser terapeuta o ser mamá no es hacer cosas para obtener resultados en el otro.
No somos nosotros quienes sanamos a las personas que se acercan o los que formamos niños buenos y exitosos.

Somos solo un otro en una relación.

Un otro que sirve de espejo.Un otro que facilita un espacio.

Fácil también caer en un relativismo absoluto para librarse de la responsabilidad del rol.
Escudarse en todo pasa por algo y es lo que tiene que ser.
En que el problema es del otro

No somos los que logramos nada, pero si somos los que lo permitimos.

Ser buen terapeuta, buen padre o madre,
tiene más que ver con ser espejos impecables,
con sostener espacios nutricios.

Lo demás ocurre. No importa tanto que hagamos.
Solamente nos disponemos a que surja el Ser de aquellos que nos rodean, teniendo la disciplina de crear el espacio para que nuestro propio Ser pueda estar presente.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

El mejor regalo...


El mejor regalo para los hijos es quedarse en la casa con ellos. Verlos crecer, compartir todos los momentos. Estar para ellos.

El mejor regalo es trabajar. Mostrarles un modelo de mujer exitosa, capaz, productiva. Que vean que la mujer puede hacer lo que se proponga.

El mejor regalo para los hijos es una educación de calidad. Que tengan oportunidades en la vida y que puedan entrar a las mejores universidades.

El mejor regalo para los hijos son los viajes, que conozcan el mundo, que aprendan idiomas

El mejor regalo para los hijos es la familia unida. Un hogar con valores. Su papá y mamá juntos, esforzándose por ser modelo de familia.

El mejor regalo para los hijos es la libertad. Dejarlos explorar, y experimentar.

El mejor regalo para los hijos es la lactancia materna. No hay mejor alimento

El mejor regalo para los hijos, es crecer con una mamá que se da espacio para si misma, independiente, que piense en si misma

El mejor regalo para los hijos es que crezcan con suficiente dinero para tener lo que necesitan. Que tengan todas las oportunidades.

El mejor regalo para los hijos es jugar con ellos. Darles tiempo de calidad. Estar pendiente de todo lo que les pasa.

El mejor regalo....

Tal vez es que los podamos ver a ellos, por quienes son.
Vaciarnos de supuestos, y contactar con nosotros y con ellos, para poder atender las necesidades que van surgiendo en el flujo de la vida.

El mejor regalo, no puede generalizarse.

El mejor regalo surge en el encuentro y entonces podemos darnos cuenta que el mejor regalo somos nosotros para nuestros hijos, y nuestros hijos para nosotros, y todo lo que se manifiesta y surge cuando nos permitimos simplemente SER y dejarlos SER.

lunes, 29 de agosto de 2016

Amadas Hijas, mi Si, es a la confianza

Por Ana María Constaín





Amadas Hijas,

Estamos viviendo un momento histórico en Colombia.

Como país vamos a decidir si el acuerdo de paz que se acaba de firmar se llevará a cabo o no.
Pareciera obvio que decidiremos que sí. Porque todos queremos vivir en paz, al menos aparentemente.

Pero amadas hijas, esto no es tan simple. Con los humanos las cosas suelen complicarse porque muchas cosas entran en juego.
Ustedes ya empiezan a notarlo. Notan como todos en la casa nos amamos y aun así peleamos. Yo con papá, ustedes entre sí, nosotros con ustedes. Nos decimos cosas feas, gritamos, ustedes se quitan los juguetes, o hacen a la otra rabiar solo porque sí. 

Ya les he dicho otras veces que esto no es tan fácil de comprender. Es parte de ser personas. No recordar el amor, no sentirlo a veces, y dejarnos llevar impulsivamente por las emociones que nos inundan.
A veces estas peleas son mucho más grandes. Las personas se hacen muchísimo daño entre sí. A veces se matan y esto abre heridas muy grandes en los que aman a estos que mueren.
Cada vez se hace más difícil recordar el Amor. Nos dividimos en buenos y malos. (Ver: Porque son malos los malos) Aunque a veces no sea tan fácil ver la diferencia, porque todos hacemos lo mismo: hacemos daño al otro. Pareciera que malo es el que empieza primero.

Pero amadas hijas,
En casi todas las peleas todos creen tener la razón. A veces crecen tanto las peleas que hasta es difícil recordar porque fue que empezaron, y aun así es difícil dejar de pelear, porque las personas también sentimos orgullo, miedo, rabia, y muchas veces creemos que si dejamos de pelear entonces perdemos y nos pueden aplastar, maltratar, humillar. ¡Tantas emociones mezcladas!

Entonces amadas hijas,
no es tan fácil decirle Si a este acuerdo,
Que es una manera en la guerrilla y el gobierno están tratando de hacer las paces.

En este acuerdo muchas personas se sentaron a conversar por mucho tiempo y cada uno dijo lo que pensaba, sentía y necesitaba. Muchas veces se contradecían, como cuando ustedes quieren algo y papa y mamá no estamos de acuerdo. Requirió mucho trabajo poder dialogar hasta que se encontraron puntos en común que respondieran a las necesidades más importantes de todos, y lo pudieran escribir en un papel.

Obviamente no podemos quedar todos contentos con todos los acuerdos. Porque como somos todos diferentes, pensamos cosas diferentes. Esto es lo difícil. Para dialogar hay que ponerse en los zapatos del otro. Ver las cosas desde su perspectiva. Aunque yo diría amadas hijas, que se trata más bien de sentir su corazón y reconocer su amor.

Esto es muy difícil a veces. Ustedes lo han sentido cuando les toma tanto tiempo salir de una pelea y calmarse. O cuando después de un rato largo pueden al fin prestar ese juguete favorito, o dejar que su hermana elija el programa. Más difícil aún es volver a ser amigo de un niño que les pegó. O compartir su cuarto con alguna visita que no les cae bien y les dice cosas hirientes. Lo saben porque a veces algunos niños del salón las tratan mal y tienen que seguir viéndolos todos los días. Y también saben que ustedes son a veces las que pegan, son hirientes, egoístas o crueles.

Esta pelea en Colombia amadas hijas lleva muchos años. Más de los que Papá y yo tenemos. Es una pelea enorme. Creo que no pueden imaginarla. Nos ha dolido mucho a todos. A algunos más que a otros porque les tocó vivirla de cerca. Perder a su mamá o a su papá. Tener heridas graves, Perder su casa.

Decir Si o No a este acuerdo es muy difícil porque no asegura que se vaya a resolver la pelea.

Además, solo algunos escribieron este papel, que más bien son muchísimas hojas. Con palabras complejas que no son nada fáciles de entender para todos los que vamos a decidir. Se hablaron temas muy difíciles de los que no todos estamos enterados. Así como cuando ustedes nos oyen a los adultos y no entienden nada. Por eso se decidió que los que si entienden del tema fueran los que lo escribieran.

Ahora todos tenemos que votar, aunque no podamos entender todos los detalles. Así funciona la democracia, para que todos tengamos derecho a decidir por lo que pasa en el país. No es siempre tan buena idea. Pero así es como funciona para tratar de incluir a todos.

Entonces amadas hijas,
Tenemos que votar como mejor podamos. Tenemos miedo porque puede ser que no se cumpla lo que dice el papel, o la pelea siga solo que en puestos de gobierno en donde un malo puede hacer más daño aún. Además, este acuerdo también dice que algunos malos no van a ser castigados por lo que hicieron y eso parece muy injusto. Eso también nos da mucha rabia. Pero es que amadas hijas, ¡habría que castigar a tanta, tanta gente! A veces es más fácil empezar de nuevo. Darles a todos, otra oportunidad. Ustedes saben que las personas podemos ser mejores cuando nos dan otras oportunidades.

Amadas hijas, como ven, no es una decisión fácil y no hay una decisión perfecta.

Yo votaré por un SI.

No es un sí a la Paz, porque creo que las personas aún tenemos mucho que aprender al respecto y me parece que las peleas seguirán.

Es un SI, que apoya a todas las personas que han puesto su presencia, su tiempo, su trabajo y su corazón para llegar a este acuerdo.

Es un SI como voto de confianza a personas que tienen mucha experiencia y conocimiento y que han dado lo mejor de sí para que esto funcione

Es un SI que agradece a todos los que estuvieron dispuestos a sentarse con los que consideran sus enemigos, para escucharse, y tratar de entender al otro, en lugar de seguir peleando

Es un SI a un intento de hacer las cosas de nuevas maneras, intentando usar otros medios que no sea la violencia

Es un SI a reconocer que los malos y los buenos podemos ser todos, si tenemos la oportunidad.

Es un SI a confiar en que como país tenemos con qué reparar, amar, y sanar si nos ponemos de acuerdo y juntamos nuestras fuerzas

Es un SI, más que a perdonar, a ser compasivos. A comprender que todos participamos en ser el país que somos y que, si reconocemos en el otro nuestro dolor, podemos abrir espacio al amor.

Es un SI, a darle luz a la sombra. A reconocer que esa oscuridad que vemos en los que llamamos malos, también puede ser parte de lo que no podemos ver en nosotros mismos.

Es un SI, amadas hijas, a cambiar el foco. Dejar de ver la pelea y empezar a ver las necesidades de todos.

Es un SI incierto. Como lo es todo en la vida,

Porque amadas hijas, aunque creamos que podemos controlar las cosas, esto es solo una ilusión.
Así que es mi SI, que surge desde mi, y puede no tener los resultados que yo quiero.

Pero al final

Es un SI a la confianza, de que este paso dado, es un movimiento que nos invita a pararnos en un nuevo lugar. Dejar de señalarnos y culparnos, y empezar a revisarnos más profundamente porque amadas hijas, somos responsables de lo que creamos en nuestra vida.


Y yo quiero dar un SI a crearnos una vida en donde así sigamos peleando, podamos una y otra vez recordar el amor que somos 

Un SI a una vida en la que confiemos en el enorme potencial de la humanidad.

jueves, 25 de agosto de 2016

A ti...

A ti,

La autora de tantas páginas nunca leídas, llenas de palabras que furiosamente rompen la frontera de la censura y se atreven al menos a plasmarse en un papel, en una corta existencia que el fuego devora para evitarles ser descubiertas.

Sé que borras tantas letras antes de que lleguen a su destino, y te ahogas con todas las voces que quedan atrapadas en tu garganta. Conozco de cerca tus pensamientos secretos, tus fantasías prohibidas, y sé dónde están tus prendas de vestir escondidas.

Nada de ti me es ajeno. Ni siquiera ese universo encarcelado dentro de los límites de tu cuerpo avergonzado que nadie conoce. Estoy al tanto de tus exploraciones tan intimas y culposas que iniciaste desde niña y de tus lecturas temerosas cuando al fin lograbas un tanto de soledad.
He seguido de cerca todos tus impulsos frenados y tus ganas reprimidas y también tus intentos de liberación aplastados por el juicio.

He observado el poder de tu mirada hipnótica, tus sensuales movimientos y tu cuerpo seductor, aquellas noches oscuras que has logrado escabullirte y también soy testigo de la fuerza que escondes cautelosamente.

No es para menos. Has sido quemada en hogueras, repudiada, apedrada, exhiliada y denigrada.

Así que entiendo que te hayas invisibilizado y que prefieras ser pequeña.

Te admiro por eso, porque sé de tu fuego que te quema y de tantas lágrimas que lo intentan apagar. Has sido valiente, al permanecer mimetizada guardando tus poderes y ocultándote de todos los que quieren destruirte. Te has adaptado mujer sabia, para impregnarte del dolor del mundo al que llegaste y poderlo comprender.

Sé que te has disfrazado, mujer puta, mujer bruja, porque aún no era la hora.

Has estado sola. Ya no lo estás-

El momento ha llegado de que salgas de tu guarida.

Semilla...



Un bebé se gesta y es una semilla.

Una semilla que ya es.

Poco a poco va desplegando su naturaleza. Tal y como lo hace una planta.

Es lo que es. No puede ser lo que no es.

Tan solo necesita un ambiente que supla las necesidades, de esa, su naturaleza.

Si como adultos comprendemos esto, podemos entonces contemplar a los niños y pacientemente permitirles ser eso que son.

No es igual una rosa, que un roble, una flor de loto, un cactus, una palmera, un manzano...
Cada una tiene sus necesidades tan particulares, crecen en ambientes diferentes, tienen ciclos propios.
No necesitan la misma cantidad de agua, ni de sombra, crecen en diferentes climas, necesitan más o menos cuidado, son más o menos resistentes.
Y no pretendemos que una rosa nos de manzanas, ni plantar un roble en una matera.

Si pudieramos tan solo contemplar a los niños, atendiendo sus particularidades. Procurando el ambiente que cada uno necesita, sin esperar algo diferente.
Asombrándonos por eso que va desplegándose, liberándolos de las expectativas de ser lo que no son.

Tantas veces nos relacionamos con los niños desde el desconocimiento de su naturaleza.
Como si renegaramos de que una planta pide más agua que la otra. O que una es más alta, o da mas sombra. O como si nos quejaramos de que no nos da los frutos que queremos, o que sus flores son del color equivocado.

Quizá la analogía está trillada. Pero si tan solo pudieramos ser más jardineros a la hora de criar y educar a los niños, muchos de las dificultades se evaporarían por el solo aceptar la semilla que cada niño es.

Cuando estés frente a un niño o niña. frente a tu hijo o hija, pregúntate... ¿Cuál es su naturaleza? ¿De qué es su semilla?

miércoles, 24 de agosto de 2016

Creer es de valientes

Por Ana María Constaín



Inmersos en nuestro sistema de creencias, vivimos reaccionando a una lógica aprendida.

Cuántos no se puede.
Es imposible,
Eso es así
Es muy difícil
Hay que ser realistas,

tiñen nuestros días, alejándonos de la vida que queremos.

Vamos cumpliendo guiones ajenos, asumiendo verdades prestadas, respondiendo a patrones de los que pareciéramos no tener ningún escape.

Así es la vida, nos decimos.

En la lógica de causa - efecto, no hacemos más que confirmar que nuestras ideas acerca de la realidad son la verdad.
Una realidad lineal que responde a nuestro nivel de consciencia.

La magia pertenece a un mundo infantil que los adultos tenemos que superar y la posibilidad de crear otras realidades está en el territorio de los ilusos, incapaces de madurar asumiendo la responsabilidad de la adultez.

Creer es de valientes

Atreverse a cuestionar los paradigmas conocidos y las verdades aprendidas
Desafiar las teorías escritas en piedra,
Ignorar las estadísticas
Dudar de los sentidos
Atravesar las barreras de lo físico
Renunciar a ser víctimas de una realidad que se nos impone sin ninguna opción.

Es de valientes comprender que todo es imposible hasta que no lo es.
Adentrarse al mundo interior en el encuentro con nuestra propia voz
Habitar el espacio en el que pensamientos, emociones y sensaciones simplemente pasan dejando sus mensajes para guiarnos a nuestra esencia.
Atravesar todas las capas de programas ajenos, para acceder al punto 0. Nuestro centro. La nada y el todo.

Ese lugar sin tiempo ni forma en el que todo, absolutamente todo es posible.

Creer es de valientes,

Creer en el Amor como energía creadora, sanadora,
Trascendiendo el amor romántico, el amor distorsionado, condicionado, dependiente.
Para ser el Amor que es fuente y origen. Expansivo.
Que no tiene objeto, sino que es, y en cuya resonancia todos nos encontramos.

Es de valientes, trascender del pensamiento mágico a la certeza de la magia.
Sabernos creadores,
Recordar que la vida no es más que la proyección de nuestro mundo interno.
Lo que creemos creamos. Lo que experimentamos no es más que un reflejo de lo que necesitamos ver.

Si, Creer es de valientes

Ver en la humanidad la divinidad, a pesar de tener tantas pruebas que lo contradigan.
Elegir vibrar más alto, cuando nos sentimos atrapados en el miedo, la duda, la ira,
Tener la certeza de la luz, en la más profunda oscuridad.
Navegar guiados por una intuición escondida y olvidada, reemplazada por la era de la razón.

Es de valientes,

Porque creer, va en contra de lo que parece evidente, de la lógica que nos gobierna, de las verdades que nos enseñan.
Hace falta bordear la locura, exponerse al juicio, apaciguar las voces internas, perseverar, insistir
Tener la disciplina de volver una y otra vez a nuestro centro, cuando las corrientes nos llevan por tantos lugares
Encontrar la confianza oculta en la confusión

Creer es de valientes, y la recompensa para aquellos que se atreven,
Es experimentar la vida como un milagro permanente


miércoles, 27 de julio de 2016

Ira...



Ira, que llegas imponente y fuerte. Explotas sin ninguna compasión o consideración. Rompes con tu intensidad, destruyes con tu crudeza, pasas por encima de lo que sea sin mirar, sin cavilar, sin detenerte para pensar. Eres honestidad sin filtros.

Eres fuego que incendia

Solo llegas sin pedir permiso y te vas sin pedir perdón.

Ira.

He aprendido a amarte. A darte un lugar para existir.

Una vez pasas queda la calma. Claridad. Fuerza. Poder. Creación. Seguridad. Visibilidad.
Tu energía traza límites. Pone No muy necesarios.
Y Sin duda, tu paso despeja el espacio para el amor.

miércoles, 20 de julio de 2016

La mujer que soy

Por Ana María Constaín


A Eloísa y Matilde, mis valientes maestras, 



Amadas hijas,

Hoy siento un compromiso con ustedes,

El compromiso de ser yo

La mujer que soy.

Más allá de las expectativas, de las normas sociales o de la personalidad que he ido forjando para poder sobrevivir.

Siento un llamado a trascender la constante búsqueda de aprobación, que ya no necesito, y dejar de esconderme por miedo a ser juzgada.

Navegando en mis sombras he visto como tantas veces me he invisibilizado por un miedo profundo a dañar a los demás o como me cerrado protegiéndome del dolor y la soledad.
He podido reconocer como me he sentido incómoda siendo mujer, cargando con todo lo que la historia le pone a este género y creyéndome inadecuada e incapaz de encajar en los moldes propuestos.

No sé muy bien por qué, pero al parecer así funcionamos los humanos. Vamos heredando creencias y repitiendo historias para sobrevivir en un mundo que a veces parece tan hostil.
Creemos amar, pero estamos completamente confundidos. Nos identificamos tanto con nuestros personajes y nos olvidamos de lo que somos. Sobrevivimos, más que vivir.

No lo entiendo muy bien, por más que he intentado. Sospecho que tiene que ver con este profundo dolor de sentirnos separados del Amor. Entonces vamos por la vida buscando desesperadamente sentirnos completos nuevamente. Hacemos lo que sea. 

Amadas hijas,

Para mí es muy difícil de comprender por qué esto pasa. En todo caso pasa.

Lo bueno amadas hijas, es que a veces, uno puede presenciar el milagro de darse cuenta de todo esto y empezar a despertar.

Es como cuando se despiertan de una pesadilla y se dan cuenta de que solo estaban soñando.
Así es. A veces vivimos en una eterna pesadilla, creyendo que la vida es sufrimiento, esfuerzo, escasez y miedo y que tenemos que hacer malabares imposibles para ser felices.
Pero eso no es mas que un terrible sueño. Como si estuviéramos metidos en una burbuja nublada que no nos deja ver y nos hace creer que todo es muy difícil.

Amadas hijas,

No lo es.

Por eso mi compromiso con ustedes es ser la mujer que soy.

Abriendo mi corazón y entregándome al mundo para que en resonancia todos vayamos despertando y reconociendo el Amor que ya somos. Que no necesitamos buscar en ninguna parte.

Ser lo que no somos es cómo usar zapatos que nos aprietan. Duele mucho y no podemos caminar bien. Terminamos con ampollas en los pies, rindiéndonos y quedándonos quietos para evitar que nos  siga doliendo.

Amadas hijas

Ya no quiero seguir usando zapatos que aprietan, solo porque otros crean que son los mejores zapatos. O porque crea que si no los uso no me van a aceptar y querer. O porque crea que haré felices a otros al usarlos. Porque nada de esto es verdad. Nada puede ser mejor para mi y para todos, que usar diferentes zapatos. Unos que me queden bien. O quitármelos y caminar descalza cuando sea posible. Porque así puedo caminar, correr, saltar y bailar. Moverme en libertad. Sentir el piso bajo mis pies. La tierra o el agua o tantas diferentes texturas que hay en el mundo.

Hoy, Amadas Hijas,

Ser la mujer que soy, es ser la mujer de corazón abierto. La que ama expansivamente.


La mujer sabia, espiritual. La bruja, esotérica, facilitadora de conexiones cuánticas, canal y exploradora del mundo energético.

La mujer inteligente, estudiosa, amante de los libros y que siempre busca explicaciones.

La psicóloga. La existencialista apasionada por los miesterios de la humanidad y del universo. A la que justamente la psicología se le queda corta.

La mujer que también es masculina y a la que los círculos solamente femeninos no le atraen tanto.

Esa mujer que no le gusta ser ama de casa, la desordenada y que no tiene interés en cocinar.

La que ama a sus hijas inmensamente y a veces no quiere cuidarlas y estar con ellas. La que ama el silencio y estar a solas y que no puede ser mamá de tiempo completo.

La mamá de la cicatriz en su útero, que no parió, ni amamantó. La que se reinventa el rol día a día trascendiendo la maternidad que la cultura impone. La que libera a sus hijas de la carga del sacrificio.
La mujer que trabaja, pero que no puede tener un horario fijo. Esa que ama su trabajo tanto como ama su libertad.

La mujer esposa, que no es esposa, porque no concibe estar esposada a nadie. Esa que explora cada día como vivir en pareja sin perderse a si misma. La que se es fiel a si misma.

La mujer dispuesta a competir si la quieren aplastar. La que saca su voz y expresa lo que piensa y siente. La que también calla si cree que es mejor o si a veces tiene ganas de protegerse.

La mujer que elige sus relaciones sin obligarse a permanecer, alejándose de envidias y malas intenciones que solo intenten disminuirla.

Esa, a la que le encanta viajar, conocer el mundo, disfrutar de la comida y de las sensaciones.

La mujer sexual, que asume su placer y deseo, la que deja de temerle al arquetipo de la puta, la mujer fuego. La que ama su cuerpo y se adueña de él.

La que acepta y agradece su historia, honra a su padre y a su madre y sana lo que ya no le pertenece.

La mujer que teme, la que se equivoca, la tantas veces incoherente, la que se contradice y que una y otra vez se para con los ojos en alto.

La celosa, la envidiosa, la tirana, la cruel, la cruda, la iracunda, la gritona, que reconoce sus oleajes y retoma su centro. Aunque a veces le tome tanto tiempo.

La mujer dulce, tierna, amorosa y contenedora. Que a veces está disponible y a veces no.

La altamente sensible, que tantas veces le duele el mundo en la piel. La trascendental, que a todo le busca sentido y conexión.

La escritora, la poeta, la cantante desafinada, la artista insegura, la bailarina cohibida. La del pánico escénico que se para temblando de todas maneras.

La mujer torpe, que tantas veces nos sabe cómo vivir en el mundo, la etérea y soñadora.

Esta y tantas que se asoman. Unas que mueren y otras que nacen.

La que es mujer solo por darle un nombre pero que al final a cada paso descubre que es indefinible. Que no cabe en ninguna categoría, porque es todo en potencia y que nada de eso importa si simplemente ES.

lunes, 18 de julio de 2016

Cambiar una creencia...



Lo difícil de cambiar una creencia, es que como son construcciones colectivas,
todo el tiempo recibimos una retroalimentación del entorno que valida es creencia.

Entonces un buen punto de partida es cambiar la creencia de que la realidad es lo que percibimos con nuestros sentidos

Cambiar la creencia de que es muy difícil cambiar las creencias

Cambiar la creencia de que funcionamos en en una lógica lineal de causa - efecto.

Mejor dicho, abandonar cualquier creencia en el instante que surja.

jueves, 7 de julio de 2016

Jugar...


Jugar.

Los niños quieren jugar por jugar.

Sin reglas, sin objetivos, sin direcciones, sin aprendizajes inducidos, sin lógicas adultas.

Dejémolos jugar.

Solo jugar.

Y asi de paso podemos darnos cuenta qué tan poco nos permitimos los adultos gozar, sentir placer, divertirnos, entregarnos a lo que hay, solo por que si. Sin ser productivos,eficientes, serios e importantes. Sin sentir culpa.Sin creer que estamos perdiendo el tiempo.

Dejemolos jugar y aprendamos de ellos que la vida no tiene que ser una serie de esfuerzos y logros, metas y aprendizajes serios para ser alguien en la vida.

Ya somos. Y la vida puede ser lo que queramos que sea.

De las cosas más poderosas, contemplar, sin interrumpir, a los niños jugar libremente.
Démosles y Démonos ese regalo

viernes, 1 de julio de 2016

Miedo...



Vivir fuera del esquema del miedo, es una elección de cada minuto.

Poder atravesar las nubes de miedo que inundan el espacio y saber que del otro lado está la certeza.

Decirle no a lógica que parece obvia para todos y saber que la confianza y el amor más allá de una idea inocente y romántica es una posibilidad.

Renunciar al hábito del miedo es reconocer los apoyos internos y externos y sacar la propia voz permitiendo que trasmute el espacio para darle lugar al estado natural.

lunes, 13 de junio de 2016

La única...



Renunciar a ser la única, la especial, la privilegiada, la elegida,
es ganar en expansión y en libertad.
Es reconocer la grandeza potencial que hay en todos.

Renunciar a la posesión del solo mio, es ganar en abundancia.
Es ver la multiplicación de aquello que se entrega y saber que nada puede retenerse.

Renunciar al control es ganar en confianza.
Es saberse sostenido por el universo y llenarse de certeza.

Renunciar al hábito del miedo, la duda, la envidia, la ira y los celos, es ganar en grandeza y seguridad.
Es ver de frente nuestras inseguridades y carencias.
Reconocer que las relaciones no se sostienen desde las falsas promesas que dan falsa seguridad, sino desde el contacto con nuestra inmensidad y nuestro inagotable Amor.

sábado, 11 de junio de 2016

Asperguer....



"Las sesiones con F. Un niño con diagnóstico de Asperger. (Trastorno de Espectro Autista) son una aventura. 

El viene a mostrarnos a los Robots - Zombies, (las mayoría de personas)  que estamos dormidos. 
Que hemos olvidado que la vida es algo más que las rutinas y maneras absurdas de relacionarnos a las que estamos acostumbrados. 

Estar con él sin duda nos ha movido a todos a ver las cosas de otra manera, a repensarnos la vida y la forma de trabajar, a revisar nuestra honestidad y coherencia, a prepararnos para recibir información que aún no estamos listos para oir por estar encerrados en nuestros esquemas y cajitas. 

Lo que nos parece normal, no tiene nada de normal, y él nos mueve a todos a ampliar la consciencia.

Como hemos puesto en palabras, es un gran detector de los errores de programación que hay en cada lugar de la tierra. 

Lo que hemos aprendido en las sesiones de F.

1. No hay nada que curar o corregir y nadie tiene la culpa de que haya nacido con Asperger. 

2. Su condición más allá de ser un trastorno, es una manera particular de percibir el mundo. Su cerebro funciona diferente.

3. Esta manera particular de estar en el mundo nos permite ver muchas cosas que los demás no podemos ver si prestamos atención.

4. Los "meltdowns" que tiene no son pataletas,ni conductas manipulativas. Por lo tanto no se pueden quitar, ni corregir. 
Son maneras en que su organismo se resetea cuando esta 
sobrecargado sensorialmente. 

5. No le falta empatía. Por el contrario percibe demasiado las emociones de otros. Solo que a veces le cuesta diferenciar lo de él y lo de los  demás.

6. Es un gran detector de mentiras y de incoherencias . Sabe perfectamente cuando lo que se dice no concuerda con lo que se piensa y se siente. No entiende porqué las personas hacemos esto.

7. Tiene muchos talentos y una gran mente estratégica

8. Se frustra mucho y le duele que los demás no vean quién es realmente. No le gusta sentir que estorba o que fue un error y se siente pleno cuando alguien ve en su interior.

9. Ama escribir y contar historias. De ficción, que estamos empezando a ver que de ficción, nada tienen. 

Gracias F. !"



Las sesiones con F. Un niño con diagnóstico de Asperger. (Trastorno de Espectro Autista) son una aventura.

El viene a mostrarnos a los Robots - Zombies, (las mayoría de personas) que estamos dormidos.

Que hemos olvidado que la vida es algo más que las rutinas y maneras absurdas de relacionarnos a las que estamos acostumbrados.

Estar con él sin duda nos ha movido a todos a ver las cosas de otra manera, a repensarnos la vida y la forma de trabajar, a revisar nuestra honestidad y coherencia, a prepararnos para recibir información que aún no estamos listos para oir por estar encerrados en nuestros esquemas y cajitas.

Lo que nos parece normal, no tiene nada de normal, y él nos mueve a todos a ampliar la consciencia.

Como hemos puesto en palabras, es un gran detector de los errores de programación que hay en cada lugar de la tierra.

Lo que hemos aprendido en las sesiones de F.

1. No hay nada que curar o corregir y nadie tiene la culpa de que haya nacido con Asperger.

2. Su condición más allá de ser un trastorno, es una manera particular de percibir el mundo. Su cerebro funciona diferente.

3. Esta manera particular de estar en el mundo nos permite ver muchas cosas que los demás no podemos ver si prestamos atención.

4. Los "meltdowns" que tiene no son pataletas,ni conductas manipulativas. Por lo tanto no se pueden quitar, ni corregir.
Son maneras en que su organismo se resetea cuando esta
sobrecargado sensorialmente.

5. No le falta empatía. Por el contrario percibe demasiado las emociones de otros. Solo que a veces le cuesta diferenciar lo de él y lo de los demás.

6. Es un gran detector de mentiras y de incoherencias . Sabe perfectamente cuando lo que se dice no concuerda con lo que se piensa y se siente. No entiende porqué las personas hacemos esto.

7. Tiene muchos talentos y una gran mente estratégica

8. Se frustra mucho y le duele que los demás no vean quién es realmente. No le gusta sentir que estorba o que fue un error y se siente pleno cuando alguien ve en su interior.

9. Ama escribir y contar historias. De ficción, que estamos empezando a ver que de ficción, nada tienen.

Gracias F. !

jueves, 9 de junio de 2016

Síntomas y trastornos...


Los síntomas, trastornos y comportamientos de los niños preocupan a sus papás, o a sus profesores, o familiares.
Cuando se salen de lo "normal" todos nos movemos para corregir ese problema.

En las sesiones cada vez es más claro que no hay nada que corregir.

Los niños y niñas nos están mostrando algo.

Puede ser algo de su entorno, de la sociedad, de la familia, del sistema.
Puede ser algo de nosotros los adultos que estamos cerca.
Puede ser algo de ellos que no hemos logrado ver y escuchar.

Ellos tienen información que nos dicen de esa manera.
¿Por qué?
Porque si la dicen con palabras, que a veces lo hacen, no les creemos.
Tienen que movernos a la fuerza. Sacarnos de esquemas y programas para que podamos entender.

La pregunta es:
¿Estamos dispuestos a movernos para recibir el mensaje?

miércoles, 25 de mayo de 2016

Terapia...


En terapia, no importa si estoy ante un niño, un adulto, una familia, o un grupo,
muchas veces me pregunto si estoy usando las técnicas correctas, interviniendo mucho o poco, diciendo lo acertado, guiando a la persona como se supone.
Me pregunto si el otro está recibiendo eso por lo que pagó, si va a volver, si se está aburriendo,
¿Si seré buena terapeuta?, ¿Le estoy haciendo perder su tiempo?
¿Quién soy yo y que sé yo para hablarle al otro de su vida?

En pocas palabras si lo estoy haciendo bien o mal.
Tantas veces soy mi más crítica y exigente supervisora dentro de la sesión.
Esto poco ayuda.

Cuando puedo soltarlo, y simplemente estar. Cuando veo a la persona a través de sus ojos, y me pregunto más bien,
¿Como puedo amarla?
Cuando en el silencio, callo las voces y simplemente se que quién está enfrete es inmenso y me pregunto ¿Como puedo ayudarle a saberlo también?
¿Qué puedo decirle para qué lo recuerde?
¿Cómo puedo estar para que pueda quitarse todos esos disfraces y protecciones y sienta su corazón?

Es entonces cuando verdadera magia sucede, y me doy cuenta de que no es lo que yo haga en absoluto lo que importa,
Sino lo que permito que suceda cuando Soy y quito todo lo demás del medio

martes, 10 de mayo de 2016

Los niños quieren jugar...



Los niños quieren jugar. Lo piden todo el tiempo.

Quieren crear, trasformar, contar historias, expresar sus emociones, elaborar las situaciones cotidianas, a través de los objetos, hacer eso que su mundo interno aclama.

Quieren divertirse, reírse, tocarse, demostrar su fuerza y su poder. Cuidarse entre ellos, demostrar sus talentos, adquirir los poderes que tanto les hace falta en la vida.

Quieren descubrir como funciona el mundo, sentir con todo su cuerpo, concentrarse para lograr eso que tanto quieren por motivación propia.
Eso quieren.

Pero ahí estamos los adultos interrumpiendo. Prohibiendo. Dirigiendo. Ordenando. Controlando. Interviniendo.
Pasándoles nuestros miedos.
Pidiéndoles que sean productivos.
Haciéndoles creer que el mundo es un lugar serio en el que no hay tiempo que perder.
Envidiando su alegría y placer.
Angustiándonos por sus emociones genuinas y expresiones auténticas de las que tanto carecemos.

En lugar de ser obstáculo observemos. Contagiémonos de su risa y su pasión. Confiemos. Recordemos a su lado lo inmensa que es la existencia y lo rico que puede ser vivir.

jueves, 5 de mayo de 2016

Cuando no quiero ser mamá

Por Ana María Constaín





Amadas hijas,

A veces no quiero ser mamá.

Quisiera poder poner pausa a su existencia para tener trozos de vida en los que yo, sea solo yo.
Porque su presencia a veces es demasiado intensa. Demasiado permanente.
Ustedes están cuando mi enfermedad y mi cansancio piden cama,
Y cuando mi tristeza necesita silencio y quietud,
Aparecen en medio de conversaciones,
Provocan cuando mi rabia necesita espacio para no cruzar el punto de no retorno.
Sus necesidades se interponen en propuestas de trabajo
Sus enfermedades en planes con amigos
Y constantemente se asoman cuando sale lo peor de mi.

A veces no quiero ser mamá

Porque me pregunto si sirvo para eso,
Porque amadas hijas,
les confieso que difícilmente mantengo viva una planta,
He descubierto que soy muy mala ama de casa
Que no me gusta que los demás dependan de mi,
Y que fuera del trabajo me aburre jugar.
Así que con frecuencia la responsabilidad me aplasta, la culpa me consume, y me siento agotada, porque la vida no para, y sus necesidades tampoco.

Si, me cuesta decírselo, pero a veces no quiero ser mamá.

Especialmente, cuando no soy la mamá que debería. Supuestamente.
Me peleo tanto con la mamá que soy, que en esa lucha queda poco espacio para ustedes.
Pero a veces, puedo darme espacio para ser.
No la mamá. Yo.  Así completa con todo lo que soy.
Y entonces hay espacio para ustedes. No las hijas. Ustedes. Con todo lo que son.

En ese encuentro infinito, me doy cuenta de que la lucha es una pelea de roles. No de seres.
Y cuando puedo deshacerme del rol, entro en éxtasis.
Algo mágico sucede. Nos conectamos y puedo ver la inmensidad de la existencia.
Me percato de cómo sus enfermedades me paran cuando el ritmo me está sobrepasando,
Y como su presencia me ha permitido elegir y construir mi trabajo con tanta consciencia
Veo como sus emociones son alarmas que me alertan cuando estoy perdiendo mi centro,
Y me asombro ante la manera en que me invitan a habitar el presente, diluyendo la ilusión de futuro.
Sus cuerpos despiertan el mio, y desbloquean canales cerrados ante la dureza que también hay en el mundo.
Y comprendo que ese, el peor lado de mi, que ustedes sacan con admirable perseverancia, no es más que la parte mia que más amor necesita, y que una vez afuera, puedo ver de frente para abrazarla y reconciliarme con ella.
Con cada plan cancelado suelto el control y aprendo a confiar,
Y cuando los gastos aumentan reconozco mi abundancia y me doy cuenta de todo lo que puedo aportar al mundo.
Sus incontables necesidades, me muestran que puedo pedir ayuda, y que siempre, hay manos disponibles
Cada día soy testigo de que ustedes son mucho más que el resultado de mi crianza.

Amadas hijas,
Cuando no quiero ser mamá
Es porque esa palabra tiene mucha carga.
Muchas expectativas, significados, exigencias, deberías y sacrificios.

Yo quiero trascender la palabra. 
Quiero Ser a su lado, conectando con ustedes para poder acompañarlas en su camino.
Enseñarles lo que pueda, y dejar que otros sean parte de su vida para enseñarles lo que también saben.
Sé que yo no soy suficiente, y sé que ustedes no son mías.
Yo soy su guardiana, mientras me necesiten.
La representación del Amor incondicional en la tierra.
Quiero estar para que juntas nos recordemos el camino hacia el centro, cada vez que lo olvidemos.
Sabiéndonos el Todo, sin perder la individualidad.
Honrando y respetando el camino único de cada una.
Soltando la idea de que soy yo la que moldea sus vidas
Renunciando a ser indispensable,
Abriendo paso a la libertad, y a la confianza
Quiero darles lo que desde mi esencia surge cuando entramos en sintonía, y desde ahí hay un flujo de Amor que crea terrenos fértiles

Amadas hijas,

Más que su mamá quiero Ser todo lo que Soy a su lado.
Gracias a ustedes y para ustedes.



viernes, 22 de abril de 2016

Integración....

Tener a una persona en integración en el trabajo o en el colegio, no es cumplir un requisito de ley, no es ser muy buena persona, ni es hacer un favor a una familia desesperada. 
 Tener a una persona en integración es, si uno se lo permite, abrir el corazón y ser transformado para siempre.
Es ampliar la consciencia gracias a ese Ser qué llega y nos muestra el mundo desde nuevas perspectivas. 
 Es una oportunidad para replantearnos los conceptos de éxito, logro, amistad, normalidad, empatía, compasión.
Es poner en práctica la presencia, la aceptación y el amor incondicional que tanto necesitamos.
 Es comprender que ellos no son un error del universo sino que por el contrario vienen a ayudarnos a despertar y recordar lo que estamos olvidando

martes, 12 de abril de 2016

¿Qué es lo que más piden lo niños en consulta y en los grupos de niños?




Jugar. Jugar a lo que ellos quieran.
Moverse.
Usar su fuerza.
Que no los obliguen a hacer lo que no quieren
Decir lo que quieran sin ser juzgados, castigados, o regañados
Quitarse los zapatos
Pintar libremente. Sin instrucciones
Ver cuentos de monstruos y dragones
Hacer luchas
Usar el material de arte libremente, untándose, ensuciando, explorando
Construir lo que su imaginación sugiera
Usar los juegos de mesa con reglas propias

¿Qué es lo que más les gusta oir?

Aquí puedes equivocarte
Si dañas algo lo reparamos
Tómate el tiempo que necesites
Me gusta como eres

lunes, 11 de abril de 2016

Alta Sensibilidad

Por Ana María Constaín



Hace un tiempo me crucé con un artículo que hablaba de las personas altamente sensibles. Al leerlo sentí un gran alivio.
No solo porque me sentí muy identificada, sino porque además pude ponerle palabras a muchas vivencias que hasta ahora habían estado en el territorio de la confusión.

A mi consultorio llegan muchos niños altamente sensibles. Mis hijas, cada una a su manera, lo son también. Esto me ha ayudado a reconciliarme con aspectos míos que había bloqueado completamente, reemplazándolos con la razón y el intelecto. Con explicaciones lógicas y una gran capacidad de análisis e interpretación.

En la medida que estos niños fueron apareciendo en mi vida, algunas ventanitas empezaron a abrirse. Al principio simplemente creía que era una facilidad para relacionarme con ellos. Pero poco a poco me he dado cuenta de que me reconozco profundamente en muchos de esos seres que se aparecen en mi vida como espejos que me devuelven la posibilidad de amarme como soy.

Al ver y sentir el mundo a través de ellos, recuerdo esa que he sido y despierto. No es fácil porque duele. Por eso comprendo por qué en un principio me fui desconectando y por qué muchos niños lo hacen.

Tantas veces me he peleado con mi introversión y timidez.
Mi necesidad constante de ver la profundidad de todo.
Mi melancolía y esa dificultad por entender el mundo.
Mi paranoia.
Mis miedos.
Mi llanto fácil.
La necesidad de silencio y espacio.
Mi profunda soledad que nada tiene que ver con la cantidad de personas que me aman y rodean.
Mi queja.
Mi intolerancia al dolor físico.
Mi agotamiento constante.
Mi quietud.
Y a la vez mi poca tolerancia a la lentitud.
Mi dificultad para adaptarme a cambios imprevistos.
Mis ganas de ser invisible.
Mi terror a la exposición.
Y al mismo tiempo mi necesidad de contacto y calor.
Mi cabeza repleta de ideas.
Mis altibajos en el peso, que a veces es tan difícil de bajar.
Mis pocas habilidades sociales para las situaciones más cotidianas.
Las tantas veces que quiero encogerme y meterme debajo de la cama (o de la tierra) y quedarme ahí para siempre.
O de meterme en el mar y perderme en sus aguas.

Todo esto lo he rechazado. He querido ser alguien más. He envidiado la ligereza, el tono alegre y extrovertido de aquellas personas de risa fácil y gracia social.
He querido vivir más tranquila, fluir y moverme en el mundo como pez en el agua y dejar de darle tanta importancia a las cosas. Andar más por la superficie, sin tener que sumergirme en las profundidades de todo.

Pero esa no soy yo. No que no pueda por momentos intentarlo,  esforzarme.

Pero no puedo escapar de mi.

Estos niños me lo ponen de frente y con ellos puedo empezar a nombrar ese mundo de confusión que resulta de vivir tan abierto en un mundo tan denso.

Ese sentir como quema el dolor del mundo en la piel. 
La asfixia en un lugar lleno de gente.
La cabeza llena de ideas propias y ajenas,
La capacidad de leer cada microgesto y saber que las palabras no concuerdan con la verdad,

Sentir a las personas adentro,
Aislarse, y si no se puede explotar,  cuando los sentidos se saturan con el exceso de estímulos del mundo caótico
Leer entre renglones,
Oír lo no dicho,
Percibir más allá del tiempo y espacio.
Llorar tristezas ajenas,
temer miedos de otros,
ebullir con la rabia contenida de aquellas sonrisas falsas.

Inundarse de ideas, imágenes y pensamientos bombardeando la cabeza,
que tantas, tantas veces está a punto de estallar.
Hacer conexiones entre lo inconectable
Estar en una constante búsqueda de sentido para aliviar el olvido de la unidad.

Sin duda me he adaptado, al menos lo necesario.
He sabido jugar el juego. Hacer lo necesario para ser aceptada, sin exponerme demasiado. Mimetizándome sutilmente. Haciéndome lo mínimamente visible en la invisibilidad.
Encontrando la manera de ser yo, sin romper demasiado las reglas y haciendo lo necesario para funcionar.
Me protegí. Me blindé. Lo más que pude.
Eso si, siempre he sido un poco rarita.
Oscilando entre el profundo miedo al rechazo y la pujante necesidad de mantener un mínimo de autenticidad.
Ha sido mucha la energía invertida en sostener el mediocre personaje sediento de aprobación pero que en el fondo no soporta el guión propuesto.

Al menos hasta que he empezado a aceptarme y recordar.
Ahora estoy aprendiendo a estar en el mundo con todo lo que soy
A abrirme y quitarme tantas capas, al mismo tiempo que me cuido y me protejo cuando es necesario.
Ampliando la consciencia y descubriendo que nada es lo que parece.

Desde ahí puedo ver a muchos de esos
tímidos,
raros,
agresivos,
inquietos,
hiperactivos,
desafiantes,
autistas,
bipolares,
esquizofrénicos,
depresivos,
desadaptados,
rebeldes…

Verlos mucho más allá de los conceptos. Soltar la intención de ayudarlos a cambiar o adaptarse, y más bien adentrarme con ellos a su mundo.
Aceptarlos y amarlos para que juntos podamos recordar la divinidad que somos y conocer  la humanidad mediante la cual la expresamos.
Acompañarnos a entregar al mundo lo que somos, en el amplio sentido de la palabra.

Esta mi manera, me permite en gran medida ser el otro.
Esto es confuso. Los limites a veces se pierden.
Tal vez porque estos límites no son del todo reales.

Esto que soy, si, me dificulta a veces estar en el mundo,
También me ayuda a no permanecer en la ilusión de que el mundo es esto tangible y material.
Me empuja a trascender la dualidad para experimentar la inmensidad del Todo y de la Nada.
Me invita a integrar el cielo y la tierra.
A explorar lugares inmensos.
A reconocer nuestra grandeza.
A sabernos luz y sombra, y todo lo que hay en el espectro.
A experimentar la vida con todo lo que es sin apegarse a la formas.
A ser, más allá del pensamiento, la emoción y el cuerpo.
Y al mismo tiempo experimentarlos. Integrarlos y trascenderlos.

A Vivir.
A reconocer el universo en cada átomo.
A Amar. Así, con mayúscula.

Y a acompañar a otros a todo esto.

Gracias a eso que soy.