jueves, 20 de septiembre de 2018

"Volvió a ser ella"

"Volvió a ser ella"
"No sé que le pasa, él no es así"
"No me esperaba esto de ti!"
"Ella sería incapaz de eso"
Afirmaciones que dan cuenta de la reducida imagen que tenemos de los demás. De la manera en como nos encasillamos y definimos.
Nos aceptamos y amamos parcialmente. Permitimos solo lo que encaja en nuestra mirada del otro y de nosotros mismos. Lo demás queda relegado al olvido. A la sombra.
Entonces nos pasamos la vida tratando de coincidir con este relato que nos ha ido definiendo.
Amar y aceptar radicalmente.
Comprender que eso que pensamos del otro o de nosotros mismos es solo una parte del todo. Ampliar la consciencia es saber que nunca estamos terminados y que no somos una sola cosa. Somos infinitas posibilidiades.
Somos esto, somos aquello. Blanco y negro. Y todos los matices, todos los colores.
Capaces de todo.
Todo en potencia.
Entre más lo reconozcamos, más podemos elegir qué, de todo este potencial queremos actuar, en lugar de ir como autómatas por la vida, anhelando la gloria, perfeccionando nuestros personajes limitados para ser "alguien".
Para cumplir con las expectativas de otros y que nunca nos digan
"No me esperaba esto de ti"
Evitando ese "No estas siendo tu", dejando de ensayar y explorar aspectos que incomodan a los demás.
Anhelando el "volviste a ser tu", como validación, aprobación y aprecio.
No podemos no ser nosotros.
Si acaso nuestros actos pueden afectar a otros.
Actos que no representan de la mejor manera nuestra naturaleza esencial cuando no podemos elegir porque vivimos en un estado de inconsciencia,
Mochando gran parte de nuestro repertorio en la eterna necesidad de ser amados.
Amar es amar todo, es amarnos completos.
Sin obligar al otro a satisfacernos.
Amar radicalmente

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