lunes, 18 de septiembre de 2017

Pájaro de fuego y Niña salvaje



Amadas Hijas,

Estos días las he observado con fascinación.

A ti, Eloísa, te veo danzando por el espacio con ligereza y pasión. No te cansas de bailar y de moverte por todos los rincones dueña de todo tu cuerpo que expresa todo lo que eres con tanta gracia.
- Mamá busca el video de Pájaro de Fuego, me dijiste por estos días.
Eso he visto en ti. Un gran pájaro de fuego que revolotea con sus llamaradas volando en libertad. Tus ojos brillan, tus músculos responden a tu corazón, estirándose más allá de las posibilidades que aparentabas tener.  Tu grandeza brilla por todas partes, con tu pelo dorado y la música que emana tu cuerpo. Puedo ver a través de ti los escenarios que imaginas y los vestuarios que inventas y que tengo la certeza materializarás algún día, porque no he visto magia más poderosa que esa que tu portas.

Y a ti, Matilde, soy testigo de tu imponente presencia. La niña salvaje, despeinada y de cara sucia, aún siendo amante del agua y los jabones espumosos. Tu mirada me atraviesa y tus gritos ponen límites que admiro y reverencio. Saltas, brincas, corres y trepas adueñándote del espacio y haciendo caso omiso a tropezones, chichones o morados. Si acaso te detienes para asegurar la atención y cuidado que bien sabes, mereces.
Niña salvaje, de pisadas firmes, indomable. No dejas que nadie se imponga a tu alma y cuidas tu corazón blandito con gruñidos y zarpazos si es necesario. Tus, “no me toques”, “no quiero ayudar”, “no me gusta”, “déjame”, rasgan el aire con fuerza y dejan claro cuál es tu territorio.

Amadas Hijas,

Veo en ustedes mi propio Pájaro de fuego y mi Niña salvaje que han resurgido estos últimos años en mi vida y me siento plena.
Muchas veces los he dejado dormidos o encerrados porque no eran muy bienvenidos a mi alrededor o porque tenía miedo de que hicieran desastres. ¡Bien saben ustedes cuán desastrosos pueden llegar a ser!
Quizá fue sabio de mi parte, esperar al momento adecuado para que volvieran a aparecer con tanta contundencia, porque de esta manera pude protegerlos y preparar el camino para que sus poderes sean bien usados.
También es posible amadas hijas, que ustedes ahora pueden andar con confianza y fluidez en tremendos personajes gracias a todo lo he aprendido yo de los míos.

En todo caso Pájaro de fuego y Niña salvaje han llegado para quedarse. Nos regalan su fuerza y su poder, el movimiento, la comodidad en el cuerpo, la mirada profunda, la pasión, el eros. También la furia, la territorialidad, la decisión y la naturalidad.
El fuego intenso y la confianza en la tierra. Las alas ligeras, el dominio del andar.
Son imparables e indomables, y van por la vida con seguridad. Bailan, corren, saltan, juegan, con sus coloridos y brillantes trajes o ropas ligeras y pies descalzos. Libres y poderosos.

Amadas Hijas
Si, es verdad que a veces me dan algo de miedo . Es el temor reverencial que merece su presencia. Oras veces les pido que se vayan. Ya aprenderemos a dejarlos descansar. Pelearemos, nos cuestionaremos, y también haremos uno que otro desastre.


Pero, sepan y grábenselo bien en su alma,  que Pájaro de fuego y Niña salvaje tienen un espacio para siempre en nuestras vidas.

Gracias

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