Amadas Hijas,
Estos días las he observado con fascinación.
A ti, Eloísa, te veo danzando por el espacio con ligereza y
pasión. No te cansas de bailar y de moverte por todos los rincones dueña de todo
tu cuerpo que expresa todo lo que eres con tanta gracia.
- Mamá busca el video de Pájaro de Fuego, me dijiste por estos
días.
Eso he visto en ti. Un gran pájaro de fuego que revolotea
con sus llamaradas volando en libertad. Tus ojos brillan, tus músculos
responden a tu corazón, estirándose más allá de las posibilidades que
aparentabas tener. Tu grandeza brilla
por todas partes, con tu pelo dorado y la música que emana tu cuerpo. Puedo ver
a través de ti los escenarios que imaginas y los vestuarios que inventas y que
tengo la certeza materializarás algún día, porque no he visto magia más
poderosa que esa que tu portas.
Y a ti, Matilde, soy testigo de tu imponente presencia. La
niña salvaje, despeinada y de cara sucia, aún siendo amante del agua y los
jabones espumosos. Tu mirada me atraviesa y tus gritos ponen límites que admiro
y reverencio. Saltas, brincas, corres y trepas adueñándote del espacio y
haciendo caso omiso a tropezones, chichones o morados. Si acaso te detienes
para asegurar la atención y cuidado que bien sabes, mereces.
Niña salvaje, de pisadas firmes, indomable. No dejas que
nadie se imponga a tu alma y cuidas tu corazón blandito con gruñidos y zarpazos
si es necesario. Tus, “no me toques”, “no quiero ayudar”, “no me gusta”,
“déjame”, rasgan el aire con fuerza y dejan claro cuál es tu territorio.
Amadas Hijas,
Veo en ustedes mi propio Pájaro de fuego y mi Niña salvaje
que han resurgido estos últimos años en mi vida y me siento plena.
Muchas veces los he dejado dormidos o encerrados porque no
eran muy bienvenidos a mi alrededor o porque tenía miedo de que hicieran
desastres. ¡Bien saben ustedes cuán desastrosos pueden llegar a ser!
Quizá fue sabio de mi parte, esperar al momento adecuado
para que volvieran a aparecer con tanta contundencia, porque de esta manera
pude protegerlos y preparar el camino para que sus poderes sean bien usados.
También es posible amadas hijas, que ustedes ahora pueden
andar con confianza y fluidez en tremendos personajes gracias a todo lo he
aprendido yo de los míos.
En todo caso Pájaro de fuego y Niña salvaje han llegado para
quedarse. Nos regalan su fuerza y su poder, el movimiento, la comodidad en el
cuerpo, la mirada profunda, la pasión, el eros. También la furia, la
territorialidad, la decisión y la naturalidad.
El fuego intenso y la confianza en la tierra. Las alas
ligeras, el dominio del andar.
Son imparables e indomables, y van por la vida con
seguridad. Bailan, corren, saltan, juegan, con sus coloridos y brillantes
trajes o ropas ligeras y pies descalzos. Libres y poderosos.
Amadas Hijas
Si, es verdad que a veces me dan algo de miedo . Es el temor
reverencial que merece su presencia. Oras veces les pido que se vayan. Ya
aprenderemos a dejarlos descansar. Pelearemos, nos cuestionaremos, y también
haremos uno que otro desastre.
Pero, sepan y grábenselo bien en su alma, que Pájaro de fuego y Niña salvaje tienen un espacio para
siempre en nuestras vidas.
Gracias
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