Eloísa esta obsesionada con la manga corta. Realmente
obsesionada. Y con los vestidos, y las zapatillas sin medias. Parece que nació
en el clima equivocado.
En la casa se ha vuelto un tema de dura negociación.
- Manga corta con manga larga debajo. En la casa y sólo
hasta que se haga de noche. Sólo en días
soleados. Un ratico, hasta que mamá diga… -
Es agotador.
Ahí voy,
persiguiéndola con sacos, medias, y chaquetas.
-Eloísa, Ponte la chaqueta, si no, te vas a enfermar
Porque Eloísa estuvo en cuidados intensivos al mes y medio
con una bronquiolitis que sembró en mi un miedo inmenso. Un miedo alimentado
por muchas voces: Los niños que nacen con cesárea tienen problemas respiratorios,
la bronquiolitis temprana deja el asma de secuela, hay un virus terrible en
este momento, ¿es que como no enfermarse con estos cambios de clima?, ¿la vas a
sacar con esta lluvia?...
Por supuesto, Eloísa sufre de tos, que ya es parte de
nuestra vida. Y yo hago un gran esfuerzo por protegerla del gran enemigo: El
frío.
Este esfuerzo se extendió a Matilde. Quién a pesar de mis
proezas por mantenerla caliente, terminó al mes y medio también con
bronquiolitis, oxigeno y reclusión en casa.
El miedo se volvió pánico y el enemigo un monstruo del que
es imposible escapar. Se mete por las ventanas, se asoma en los días soleados,
invade las noches, siempre me encuentra en los lugares menos pensados.
Sobretodo en una ciudad como Bogotá.
Pero la obsesión de Eloísa no es cualquier cosa, y tampoco
su perseverancia, y de tanto insistir me hizo pensar que tal vez esté pasando
calor.
Y me he dado cuenta que el enemigo no es el frío sino mi
miedo.
Se ha hecho obvio esto que ya sabía y que no podía ver: Las
creencias determinan nuestra realidad.
Tal vez tengo que protegerme no del clima, sino de mis
pensamientos. Enfrentar mis propios miedos y confiar en nuestra naturaleza
saludable. Dejar que Eloísa esté en contacto con sus necesidades (Acaso si
tiene frío no lo demostrará de alguna manera?)
Y especialmente dejar de decirle a mis hijas:
Ponte la chaqueta, si no, te vas a enfermar.
like!...fuera miedos y deja que ella se ponga la chaqueta cuando le de frío...ojalá Matilde ya esté mejor...besitos...
ResponderEliminarSi, creo que la frase final es la clave. Las palabras tienen poder y determinan lo que sucede. No hables más de que se van a enfermar, por que, efectivamente, terminaran enfermándose. Que buena reflexión. Un abrazo.
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