lunes, 2 de marzo de 2015

Mamá Gritona


Por Ana María Constaín




Soy una mamá gritona

No es algo que me guste, y soy consciente de que no es la mejor pauta de crianza

Aún así los gritos cobran vida y mis ganas de controlarlos no alcanzan.

Lo he intentado, sin duda.

En esos momentos críticos, cuando siento aquellos gritos en gestación,
busco la paciencia en lugares recónditos
escarbo dentro de mí con la ilusión de encontrar algún resto de calma
respiro a ritmos humanamente imposibles
repaso todas las técnicas que tan maravillosamente se exhiben en el papel

Los gritos ya están ahí, a la espera, cobrando fuerza,  parecen alimentarse de mis inocentes intentos por extinguirlos.

Buscan salida. No parece haber escapatoria
Ni negociación posible.

Recuerdo que son solo niñas…

Niñas,
Cuyo ritmo y prioridades son a veces tan incompatibles con los míos
Niñas,
Descubriendo el mundo y sus formas, sus límites, sus reglas
Niñas,
Fuertes, testarudas, persistentes, incansables, vitales, aprendices, curiosas,
Niñas
Que a veces no oyen, ni entienden, ni son capaces de ponerse en mi lugar y me llevan al límite
Niñas

Esa comprensión no alcanza
A los gritos no parece importarles
Ya han ocupado tanto espacio que nada más cabe

Entonces llega la inevitable explosión,
Una energía potente de descarga
Tiembla el mundo

Y luego llega la serenidad
Con algo de desasosiego

No me gusta esta que soy cuando grito
-les digo

A veces simplemente no encuentro otras maneras

Es así,

Soy una mamá gritona

A veces

Ahora sé bien que no puedo simplemente dejar de serlo

Porque los gritos no son enemigos,
A veces son hasta funcionales
El problema de los gritos es cuando van dirigidos a mis hijas
Cargados de tanto que no les pertenece a ellas

Los gritos son gritos.
Son poderosos, fuertes y capaces.
He podido escucharlos
Aceptarlos
Ellos son mi voz.
Aquella que tantas veces guardo
Ellos son tantas palabras no dichas
Tantas opiniones guardadas
Y desacuerdos enterrados
Tanta potencia encerrada en pro de evitar el conflicto

Mis gritos intentan mostrarme un lado de mi
Que con mis hijas existe en comodidad
Y que tantas veces está oculto, incluso para mi misma

Esos gritos no se rinden
Y han permanecido para que me de cuenta
De esta necesidad de sacar mi voz
Auténticamente
Desplegar todo lo que soy
Siempre

Soy una mamá gritona

Lo acepto,
Aunque no lo justifico,
Es lo que soy, algunas veces
Aceptarlo me permite verlo
Sentirlo
Comprenderlo
Hacerlo consciente
Para poder elegir algo diferente
En la medida que atiendo eso que surge
Sin intentar desaparecerlo

Danzando
entre la aceptación de todo lo que soy
y la obligación que elijo tener de ser la mejor versión de mi misma
para mis hijas

mis maestras

2 comentarios:

  1. Soy otra gritona...
    Me llega al alma este escrito...
    Gracias

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  2. "Tanta potencia guardada en pro de evitar conflictos" que claro lo veo en mi aveces, gracias por hacerme reflexionar y ver el lado de mensaje que tiene el hecho de ser gritonaªªª

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