sábado, 14 de enero de 2012

Crianza y Gestalt: Criar con conciencia, presencia y responsabilidad.

Por Ana María Constaín


Soy psicóloga infantil y formada como Doula, (acompañante en embarazo, parto y postparto)
Tengo muchísima información acerca de la crianza y los niños, he trabajado con ellos como profesora, niñera, psicóloga educativa y clínica.
He leído infinitos libros, blogs, artículos – visto videos, oído consejos.

Y aún así nació Eloísa y todo esto de poco sirvió. Porque a ser madre o padre no se aprende: SE ES.

Se es con todo lo que somos. Lo que nos gusta y lo que no. Y una vez con el bebé en brazos es imposible escaparse a esta realidad por más preparación, información o recursos tengamos.

Eloísa me trajo este gran regalo: desapegarme de cualquier ideal de crianza, por mejores que fueran mis intenciones,  y entregarme a la tarea con todo mi ser.

En mi ejercicio profesional he querido construir un espacio para apoyar la crianza. En un principio debo confesar estaba pensado como un espacio para apoyar la crianza con apego, la crianza natural y con amor.
Pero luego me di cuenta de que me estaba apegando a las formas y que desde mi idealismo estaba juzgando a un montón de madres y padres, porque al final ¿quién no cría con amor?
Sí, vemos día a día ejemplos que pueden contradecir esto. Sin embargo no creo que sea ausencia de amor. Más bien un montón de otras cosas que interfieren con ese amor que todos tenemos para nuestros hijos.

Porque ese ser madre o ser padre pasa primero por ser humano. Y por más pautas y métodos que sigamos, no podemos ocultar de lo que estamos hechos. 
Ser mejores padres y madres es ser mejores personas.
En lugar de buscar tanto afuera, mirar hacia adentro día a día.
No tengo ninguna duda de que toda la información nos sirve, nos apoya, nos guía, pero de eso ya hay mucho. Basta entrar a las librerías o navegar unos minutos por internet.

Al ser madre, no he tenido más remedio que encontrarme con mi sombra de frente, como bien lo dice Laura Gutman en su libro: ”La maternidad y el encuentro con la propia sombra.” Estos ya 21 meses han sido el encuentro más verdadero y más profundo conmigo misma. De bajarme de la cabeza y de todos mis ideales de madre perfecta, para ser más mujer. Más real.
De enfrentar mis fantasmas, trascender mi ego y darme cuenta que ya no se trata más de mi. Ahora somos dos. Para siempre dos. Y tres… porque somos familia, ya no individuos.

Paralelamente a Eloísa se fue gestando y nació también el Centro Gestalt de la Sabana. Aquí Niños y Crianza también tuvo vida y entonces lo pude comprender.
Lo que he estado haciendo y lo que quiero compartir es cómo criar gestálticamente.