jueves, 15 de diciembre de 2016

Rushen



Despierto ,

De la ilusión de la dualidad, siendo esa dualidad hasta el extenuamiento

Girando infinitamente en la rueda de la vida

Queriendo descabezarme para aliviar el peso de los pensamientos

Doy espacio a emociones olvidadas, excluidas e ignoradas. Inmersa en una rabia desgarradora, en la culpa que me devora. Vergüenza, envidia, celos asfixiantes. Lamentos interminables.

Mi voz por fin pronuncia lo innombrable. En ese estado aterrador surgen sonidos por iniciativa propia desde las profundidades. Gemidos, canciones, gristos desgarradores.

Mi cuerpo traspasa cualquier límite conocido y cambia la forma junto con el transitar del interior. Vómitos, fluidos, golpes, placeres, orgasmos. La piel atestiguando el movimiento.

No hay escapatoria

Los reinos inferiores abren sus puertas infernales a Estados instintivos, animales, hambrientos e insaciables.

Todo está ahí y siempre ha estado

El reino humano aparece con su remanso.

Me seduce con su esperanza, sus plegarias. Las notas suaves y un calor me da un refugio. Temporal.

Hasta que el aburrimiento, la mesura y el cansancio del esfuerzo hacen girar la rueda nuevamente.

Voy en la incansable búsqueda de llegar a la iluminación. Con la mirada hacia arriba huyendo de los infiernos. Siempre en carencia, en competencia. Envidiando a aquellos en la cima.

La cima ilusoria de los dioses inmortales.

Porque una vez llegó, la luz me enceguece y la vanidad y la arrogancia toman el lugar. En ese espejismo el sufrimiento se esconde perfectamente camuflado en la bandera de la conciencia.

Llega la inevitable caída.

Sin una cima a donde llegar, una meta que perseguir o una ilusión de la cual agarrarme caigo en el vacío.

Me ahogo en la angustia y la desesperación

Nuevos infiernos

La rueda gira sin parar

Persigo inútilmente un anhelo de unidad

Andando en círculos en un camino inexistente

Entonces emerge el dolor más profundo y primordial

El dolor de la separación

Sólo hay asfixia y dolor. Me quedo sin piel.

Me deshago. Me desintegro.

Me fundó

No hay nada más...

Nada....

La nada

La vacuidad




Despierto.

Mientras no existe el tiempo




Hasta que existe. Y la rueda gira de nuevo

Ahora río en el fondo




El corazón vibra. Es.

Presencio está ignorancia y celebro su existencia




Ni hay nada por hacer, ni a donde ir.




Soy

Somos

La naturaleza de la mente.




... Y la rueda vuelve a girar...

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