martes, 8 de mayo de 2012

¿Y qué es el Grupo de Crianza?

Por Ana Maria Constain


Martes 10 am. El salón de Niños y Crianza se abre y poco a poco vamos llegando. Mujeres embarazadas, Mamás con sus bebés, Mamás de niños mayores que vienen solas. Si es un día sin colegio tal vez venga un niño más grande o un papá atrevido que quiere entrar por un rato en este mundo femenino.

A veces somos pocas, a veces más… somos las que somos. Las que tenemos que estar.

Hay días de conversaciones profundas sobre la vida y sus misterios. Otros en cambio más bien hablamos sobre marcas de pañales o recetas de compotas.

Tal vez alguna empiece a contar su semana y poco a poco se van asomando las complejidades de la maternidad. Lo de una mueve a la otra, conmueve o abre una antigua herida. Y entonces todas somos ojos y oídos y corazones para todas. Para ayudarnos a ver lo que no podemos, para escuchar lo que aún no habíamos descubierto o para ir a lugares temidos.

A veces hay muchas lágrimas, otras carcajadas, rabias, abrazos, escucha… la mayoría todo se entremezcla.

Nos sentimos acompañadas, contenidas. Tejemos… prendas y también amistades. Hermandad.

De vez en vez nos sabemos sabias, confiadas, conectadas con nuestra alma y amor. En cambio otras veces estamos perdidas, furiosas, confusas, abandonadas, incapaces…
Estamos de tantas maneras! Y nos sabemos aceptadas, escuchadas, vistas y acompañadas. Más allá de opiniones encontradas, de maneras diferentes.

Encontramos brazos que sostengan a nuestros bebés por ratos, espacio para poder estar con ellos con sus lloridos y pañales sucios. Para poder dar teta si queremos y si no también. Allí no importa si la ropa combina, si nos alcanzamos a bañar, si no sabemos por qué llora.

También compartimos consejos, que la mayoría no nos sirven para nada, pero nos alegra saber que todas podemos estar tan perdidas. O ser tan ignorantes. Sin importar cuánto sepamos o nos preparemos. Y una que otra vez ese tip nos salva la tarde. Nos hace la vida más fácil.

Muchas veces nos quejamos y quejamos y quejamos… de todo y de todos, para poder vaciarnos y al final poder agradecer. O no.  Allí (casi)nunca nos sentimos culpables por decir, sentir, pensar tantas barbaridades, tantas cosas inaceptables.

Tomamos té y café, circulan chocolates o galletas, tal vez fruta… todo depende de los ánimos, de las necesidades, de las dietas.

Y vemos a nuestros hijos crecer. Nos vemos superando lo que creíamos insuperable. Gozando por tantas insignificancias tan significativas!! Hablamos sin parar de nuestros bebés sin temor a saturar a otros. Celebramos sonrisas, gateadas, primeros pasos, miradas, sentadas, palabras….

Y lloramos ausencias, pérdidas, distanciamientos, desencuentros, heridas, enfermedades, cansancios, desbordamientos.

Nos acompañamos cuando hay que volver al trabajo, o a renunciar a él, o quizá a buscar uno nuevo.

Hablamos de nuestros embarazos, narramos incontables veces nuestros partos, nuestras lactancias frustradas, nuestras cesáreas, nuestros destetes…

También callamos.

Somos mujeres reinventándonos una y otra vez. Explorando nuestra maternidad. Encontrando nuestra identidad repetidamente. Habitando el vacío. Amándonos a nosotros y a nuestros hijos.
Descubriéndonos, recordándonos, creándonos.

Nuestro  Grupo deCrianza  es nuestro lugar sagrado. 

6 comentarios:

  1. Les abrazamos! Saludos desde Floridablanca de todo el Equipo de la Fundación Camino Claro.

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  2. QUE LINDO ANA, ESPERO IR A ALGUN GRUPO EN DIC! BESOOOO

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  3. Hola, sería maravilloso que pudiera existir un grupo para los días sábados. A mí me hace mucha falta, pero trabajo en horario de oficina.

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    1. Laura, lo hemos considerado muchas veces, sin embargo nos es dificil por nuestras propias familias, con quienes compartimos justamente en estos espacios fuera de horario laboral. Seguiremos mirando posibiidades. ¿Que horario te sirve?

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  4. Muchas gracias por expresar con tanta intimidad y tanta belleza estos encuentros maravillosos. Me habría gustado hace unos años encontrar un espacio así. Sus palabras son inspiradoras y espero en un tiempo poder acompañar a las mujeres de mi ciudad (Murcia-España) en un espacio similar.
    Un abrazo y gracias por compartir su trabajo con tanto amor.

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