Por Ana María Constaín
Con los extractos que he leído y las fotos que han sido
publicadas en internet no termino de saber cuál es el propósito del artículo.
Me parece que lo que si logró fue mostrar que hay mamás en el mundo actual,
mujeres citadinas, de la cultura occidental, que están optando por amamantar a
sus hijos de más de 2 años. No sé si se
refiere solo a Estadounidenses.
Esto es una realidad. Y la polémica de esta portada, es la
polémica del día a día. Como en todos los temas de crianza, todo el mundo tiene
opiniones, juicios, deberías. Vemos esta foto e inmediatamente aparecen
etiquetas en nuestra mente: maravilloso, repugnante, bonito, extremista,
egoísta, enfermo, hermoso, adecuado, necesario…. Podría sentarme horas a
escribir palabras que he leído y oído acerca de este artículo.
Creemos que nuestras etiquetas son las correctas, las defendemos
a capa y espada, sobre ellas construimos posturas, modelos, corrientes,
teorías.
Polarizamos. Los que están a favor, los que están en contra.
Y de cada lado nos llenamos de argumentos, y razones para invalidar a los que
esta en el otro “bando”.
A mi lo que más me gustó de esta portada es que abrió la
posibilidad de sacar este tema al aire. Cuando hay discusión nos movilizamos,
nos salimos de nuestro lugar cómodo. En este ejercicio de etiquetar y
argumentar a nuestro favor descubrimos nuevas cosas (si estamos un poco
abiertos a ello).
Yo me descubrí en este ir y venir de opiniones y juicios.
Fui pendulando de un lado a otro. Me observé. Y me di cuenta de muchas cosas.
La lactancia es un tema sexual, cultural, emocional,
nutricional y tantas otras. Tiene que ver con nuestra historia, nuestra
relación con nuestro cuerpo, la forma de contacto que nos ha rodeado. También
está relacionada con el vínculo con nuestros hijos. Y por supuesto, porque no
puede ser de otra manera, es un tema de ego. Se trata también del rol que
nosotros queremos jugar. Del modelo de mujer que nos atrae. Está ligado a la
identidad. De quién queremos ser y quién no queremos ser. De lo que es
importante para nosotros como madres. Esto es así si estamos o no a favor de la
lactancia. Si optamos por 1 día, tres meses, 2 años o 7… O nada.
Para mí, no hay una manera correcta, ni mejor. Sí, considero
que la leche materna tiene ventajas para los bebés, y que la lactancia favorece
el vínculo. Pero somos tan complejos y diversos que esto no es necesariamente
una verdad. Y con Eloísa no he tenido más remedio que aprender esto. Eloísa me
ha permitido darme cuenta de tantas cosas! Y ese darme cuenta me ha permitido
ver a otras madres. Verlas más allá de sus formas.
En mi crianza de Eloísa
y mi acompañamiento a otras madres se me ha vuelto ya un hábito
preguntarme ¿Para qué hago esto? ¿Qué necesito yo realmente? ¿Qué necesita
Eloísa genuinamente? ¿Qué estoy sintiendo con esto? ¿Qué me pasaría si….?
Y al menos para mí este ejercicio de conciencia me da mucha
luz. En todos los aspectos de la crianza. A veces aunque me doy cuenta de que
probablemente lo que hago viene sobretodo de mi ego, no puedo cambiarlo, no
quiero, no tengo ganas en ese momento. Entonces simplemente lo acepto.
Después de mis ires y venires con este artículo y estas
fotos, me pregunté cómo sería si tuviera otro bebé. Si lactaría por tanto
tiempo. Intenté tener una postura. Ensayé respuestas en mi mente por si alguien
me preguntaba.
Y me di cuenta de que no era necesario. Que mi
acompañamiento a otras y a mi, no pasa por dar opiniones y tener posturas, sino
por justamente acompañar. Estar presente en este acto de hacer conciencia y
tomar decisiones no desde un paradigma sino desde el aquí y el ahora. Desde quienes
somos, y desde dónde estamos y lo que queremos en el momento presente. Viendo a
nuestros bebés en su totalidad, conectándonos y eligiendo desde nuestra
complitud qué es lo que haremos.
Entonces me sentí aliviada y de repente desaparecieron
muchos enemigos. Creo que somos mucho más que las posturas que tomamos, que
nuestras elecciones en un determinado momento, que nuestras opiniones que
corresponden a nuestros ciclos de vida, a nuestras experiencias, al lente con
el que usualmente vemos la vida.
Muy bueno el artículo; me sentí identificada en esos ires y venires de pensamientos y sentires. Me gustó el que hayas puesto en palabras esa dicotomía y hayas traído un poco de luz a la conciencia. Felicitaciones.
ResponderEliminarNora Guerrero
Gracias. Recibo tus palabras.
EliminarAna María